sábado, 19 de julio de 2014

Lionel Messi es imposible (Estadisticas)

 

Al menos eso es lo que declara Benjamin Morris y demuestran sus números tras un impecable trabajo de investigación y estadística publicado antes del partido contra Suiza por el sitio FiveThirtyEight. Ante la magnitud del trabajo lo tradujimos y pegamos acá mientras intentamos despegar la mandíbula de la mesa.
messi vs sui FIFA
En su cruce correspondiente al Grupo F del Mundial, Argentina e Irán no se sacaban ventajas después de noventa minutos. Con el partido en tiempo de descuento y el partido 0-0 Lionel Messi agarró la pelota cerca del vértice derecho del área penal, la sostuvo por un momento, se meció a su izquierda, encontró su punto de equilibrio y convirtió desde veintiséis metros, con un disparo combeado. Lo que parecía empate fue victoria, y Messi puso a Argentina en octavos de final.
Ese tipo de jugada es la que inspiró vocablos como Magiméssico. Pero para aquellos que sólo miran fútbol durante un Mundial, éste fue posiblemente sólo el segundo (o tercer) gol que vieron de ese pequeño hombre apodado La Pulga. A pesar de llevar convertidos 407 goles profesionales para su club y su selección y haber ganado cuatro Balones de Oro, Messi no marcaba un gol en Copas del Mundo desde 2006.
Messi ha sido constantemente comparado con Maradona. A pesar de su joven edad –cumplió 27 el mes pasado- Messi ha sido muy criticado en Argentina por no haber concretado en un Mundial un gol como el de Maradona a los ingleses en 1986, a pesar de haber convertido uno gol increíblemente parecido jugando para Barcelona en 2007.
No ayuda a los hinchas argentinos el hecho de que durante su estadía en Cataluña el Barcelona ganó tres Champions League, dos Mundial de Clubes, y seis Ligas.
Quizás este año sea distinto. Messi, finalmente, está teniendo el tipo de Mundial que se espera de él. Convirtió cuatro goles en sus tres partidos, incluyendo un hermoso tiro libre ante Nigeria y el antes mencionado gol del triunfo sobre Irán. Esta predicción de FiveThirtyEight (N.d.T: El link de la fuente se actualiza a medida que la Copa avanza) otorga a Argentina un 16% de probabilidades de ganar el Mundial, sólo por debajo del anfitrión Brasil.
A pesar de que las selecciones son una especie de rejunte que sólo se junta para unos pocos partidos al año, lo que se critica de Messi y su juego con Argentina se relaciona en forma directa con su éxito, el cual ha sido casi exclusividad del Barcelona, un equipo de estrellas con presupuesto casi ilimitado que ha logrado amuchar varios de los mejores jugadores del mundo.
Como delantero principal de semejante máquina futbolística puede resultar muy difícil separar su poder goleador del dominio ofensivo del Barcelona. Y la temporada 2013/14 no ayudó. Algunas pequeñas lesiones y la necesidad del Barcelona de hacerle un lugar a su nueva estrella Neymar influyeron para que su última temporada haya estado por debajo de su promedio, aun así el Barça terminó segundo en la Liga y con Messi ausente siete partidos, de los cuales los culés ganaron seis y perdieron uno. Aun así Messi convirtió 41 goles en la temporada, que –es cierto- fueron menos que los 60 de la temporada anterior y los 51 convertidos por Cristiano Ronaldo en su camino al Balón de Oro.
Creo que la crítica es justa, y la encontré lo suficientemente intrigante como para ocuparme del asunto. Por lo que recolecté y organicé datos, los mastiqué, volví a masticar, busqué más datos y los volví a masticar.
Al momento estudié casi todos los aspectos del juego de Messi, uno por uno: su producción de tiros y goles, desde dónde patea, qué tan seguido se genera sus propios disparos, qué tipo de disparos son, su habilidad para imponerse en el mano a mano, qué tan precisos son sus pases, el tipo de pases que da, qué tan seguido genera situaciones de gol, con qué frecuencia esas situaciones terminan en gol, y la de su participación defensiva respecto de otros grandes goleadores.
Todo ese material se transformó en este artículo, en el que arribé a una conclusión que no esperaba: Lionel Messi es imposible.
No es posible disparar más eficientemente desde fuera del área que otros desde dentro de ella. No es posible ser el mayor goleador mundial en tiros con pierna débil y en tiros de larga distancia. No es posible convertir de jugada individual más tanto como los mejores lo hacen siendo asistidos. No es posible ser el delantero mundial que más sobrepasa o gambetea defensores y el que más goles sirve a sus compañeros. Y ciertamente no es posible imponerse en la mayoría de estos rubros por márgenes increíblemente amplios.
Pero Messi hace todo esto, y más.

Goles

Es justo decir que los goles en el fútbol equivalen a puntos en otros deportes. Y Messi mete un montón. Desde el final del Mundial 2010 Messi -de acuerdo a una base de datos de 16.574 jugadores y 24.904 partidos doméstico e internacionales relevados por Opta- fue responsable de 291 goles y asistencias en los 201 partidos que jugó para Barcelona y su Selección. ¿Cómo se compara eso con otras estrellas que juegan en las mejores ligas del mundo?
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Producción de Goles
Total de goles y asistencias por partido jugado desde el Mundial 2010
Eje vertical: Goles + asistencias
Eje horizontal: Partidos jugados
Justo detrás de los 291 goles más asistencias de Messi aparece Cristiano Ronaldo (Real Madrid) con 289. Estos dos jugadores no sólo lideran la tabla sino que miran muy desde arriba al resto. Messi y Ronaldo han sido comparados tan a menudo por hinchas y medios deportivos que resulta trivial compararlos nuevamente, pero la realidad es que si quisiéramos comparar a Messi con un jugador con una producción ofensiva remotamente similar el único que nos queda a mano es Ronaldo.
Dejemos las asistencias al margen por un momento (ya volveremos a ellas), y concentrémonos en los disparos de Messi. Igual que Ronaldo, tiene una gran cantidad de goles, pero también una gran cantidad de tiros al arco. Si esto fuese básquet esperaríamos un relación negativa (o al menos decreciente) entre el volumen de disparos y su eficacia, cuanto más tiros un jugador realiza menos eficaz es. Pero ese no es el caso en el fútbol: los shoteadores más eficaces tienden a patear más seguido. A pesar de esto Messi rompe la tendencia.
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Eficacia de disparo vs Cantidad de disparos
Porcentaje de gol vs tiros por partido
Eje vertical: Porcentaje de gol
Eje horizontal: Tiros por partido
De los 866 jugadores que calificaron para el cuadro anterior –haber jugado al menos 50 partidos y promediar más de un tiro al arco por partido- Messi es el noveno shoteador más eficiente (Ronaldo es el 173º), pero –por lejos- el más eficiente de los que toman semejante cantidad de tiros. Entre quienes más disparan el único más eficaz que Messi es Mario Gomez, aunque el alemán patea al arco un 33% menos que Messi.
Pero en fútbol, a diferencia del básquet, la eficacia en el disparo no es la estadística individual más importante. Dado que en el fútbol el valor de la posesión es mucho menor, también lo es el costo de errar un disparo. Dicho esto, las ocasiones de disparo claras son un recurso más bien limitado, por lo que lo importante es su aprovechamiento.
Generalizando un poco, el valor que un shoteador ofrece viene de tomar más y mejores tiros (más cercanos al arco, con mejor ángulo, con menos defensores de promedio), y de tomar esos disparos con mayor asiduidad. Por ejemplo, en promedio Messi dispara (con pelota en movimiento, no pelota parada) desde 13,62 metros, mientras que Cristiano Ronaldo lo hace desde 18,38 metros. ESPN/TruMedia posee un modelo para estimar la probabilidad de un jugador de convertir cada disparo, este modelo se basa en el tipo y ubicación del disparo, a esta medida se llama “goles esperados“. La diferencia entre los goles convertidos y los goles esperados de un jugador se llaman “goles por sobre el promedio” (N.d.T: GAA por las siglas en inglés correspondientes a “Goals Above Average”).
Dado que Messi elige disparos que muy probablemente terminen en gol tiene un promedio de gol esperado de 0.182, mientras que los disparos que realiza Cristiano Ronaldo esperan ser convertidos a razón de 0.124, por lo que se esperaría –basándose únicamente en el tipo de disparo preferido- que Messi tuviera una mayor eficacia que Ronaldo. Sin embargo, Messi ha superado esa expectativa por un margen mayor que Ronaldo. Messi convirtió 0.220 goles por intento, un 0.038 GAA más que el esperado 0.182. Ronaldo convirtió 0.139 goles por intento, apenas un 0.015 por encima del 0.124 esperado.
A continuación podemos ver una comparación de los veinte mayores pateadores (disparos normales en todos los partidos desde el Mundial 2010):
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Porcentaje de goles
Según distancia al arco.
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En este grupo Messi toma los mejores disparos y le saca el mayor fruto a esos disparos. Si vemos esto tomando la ubicación desde donde se dispara queda claro que Messi es muy eficaz en un rango amplio de distancias.
El porcentaje de tiros que Messi realiza desde afuera del área es sorprendente. Desde esa distancia Messi convierte el 12,1% de sus tiros, casi igualando el 13,1% que la mayoría de los jugadores logra desde dentro del área.
De 8.335 jugadores en la base de datos que han al menos pateado al arco una vez desde fuera del área sólo 1.838 convirtieron desde esa distancia. Y hay al menos 47 jugadores que patearon desde fuera del área al menos 50 veces sin haber convertido ni un gol, y al menos 500 futbolistas con no menos de 20 disparos y cero conversiones. Messi encabeza esta tabla mundial con 21 goles desde afuera del área en 173 intentos.
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Letales desde fuera del área
Goles convertidos vs disparos realizados
Eje vertical: Goles convertidos
Eje horizontal: Disparos realizados
Ronaldo toma más del doble de disparos desde esta distancia, pero aun así convierte menos goles. Messi convierte en una proporción más que destacable. Combinando calidad de disparos con GAA (“goles por sobre el promedio”) Messi está 12,6 goles por sobre lo esperado, mientras que Ronaldo –pateando al arco más del doble de veces que Messi- está sólo 5,5 goles por encima de lo esperado, y –en esta estadística- nadie excepto Messi supera los 7,5 goles sobre lo esperado.
El vigésimo primer gol de esos convertidos desde fuera del área por Messi fue el gol ganador del partido frente Irán en tiempo de descuento, pateado desde 26,50 metros del arco y con un recorrido de 30,17 desde el punto de impacto hasta el lugar donde se metió. Ese gol es la quintaesencia messística: recibió sobre la derecha, retuvo unos segundos, se perfiló hacia el medio y –en medio del tráfico- la acomodó de zurda. Y esto lo hizo sin ser asistido.

Disparos sin asistencia

A pesar de servir muchos goles (más adelante veremos lo que Messi asiste) a Lionel muchas veces se lo considera egoísta. Pero quizás no sea lo suficientemente egoísta.
Alrededor del 44% de los disparos con pelota en movimiento de Messi son jugadas individuales, realizadas sin asistencia de un compañero. Esto es menor al 46% de los disparos por jugada individual registrado en promedio el resto de los jugadores, pero Messi convierte estas situaciones en gol el 23% de las veces comparado con el 5% que logran los otros jugadores. Además el rosarino logra un 0.089 GAA por cada disparo individual. En la misma situación Ronaldo logra un 0.023 GAA, mientras que el promedio de todos los jugadores da -0.004 GAA, sí, negativo.
Veamos cómo se comparan los disparos de Messi cuando es asistido por un compañero con otros jugadores que –tanto asistidos como no asistidos- hayan pateado al arco en al menos 100 oportunidades.
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Messi se las arregla con una ayudita propia
Porcentaje de disparos con asistencia vs disparos sin asistencia
Eje vertical: Porcentaje de disparos sin asistencia
Eje horizontal: Porcentaje de disparos con asistencia
De alguna manera, a Messi le va mejor cuando se las arregla solo que cuando alguien lo asiste. Más aun, cuando la situación es autofabricada dispara un 10% mejor (y logrando un 0.044 GAA) que el jugador que le sigue en esta estadística, Sergio Agüero, a pesar de ser el cuarto jugador que más disparos toma.
Para dejarlo claro, se podría graficar cualquier habilidad o evento de juego y obtener cuadros similares. Messi puede hacerlo de cualquier manera. A continuación se pueden ver algunos otros datos estadísticos de sus disparos al arco en el Barcelona.
- Messi ama su pie izquierdo, dispara con él el 78% de las veces y convierte el 23%. Pero no usa el pie derecho sólo como apoyo: cuando lo utiliza también convierte en el 23% de las ocasiones. Sólo cuando remata cabeceando convierte por debajo del promedio, logrando un 10% efectividad contra una media general del 13%.
- Alrededor del 8% de sus disparos son débiles (contra un 6% obtenido por todos los jugadores de la base de datos), pero convierte el 27% de ellos, y lo hace con mayor regularidad de la esperada. En estos disparos débiles posee un GAA de 0.026 cuando el resto de los jugadores –en este tipo de disparos- obtiene un GAA negativo (-0.055). Sólo el 5% de sus disparos son potentes (contra el 8% del resto), pero estos disparos potentes terminal en gol el 26% de las veces, con un GAA de 0.251. El resto de los jugadores del planeta promedia un 11% de goles con sus remates potentes y obtienen un GAA positivo de 0.051, cinco veces menor que el de Lionel.
- Cerca del 12% de sus disparos llevan efecto, contra un 10% de los de sus colegas. El 31% de sus disparos con efecto termina en gol, logrando un exorbitante GAA de 0.202 cuando el resto de los jugadores convierten sólo en el 8% de los casos obteniendo un GAA de 0.020 (diez veces menor al de Messi).
- En tiros libres directos (como el convertido ante Nigeria), Messi tiene un ratio de conversión cercano al 8% (el resto de los jugadores ronda el 5%) con un GAA de 0.021 por disparo. Ronaldo convierte el 7% de sus tiros libres, obteniendo el mismo GAA.
- Messi convirtió el 86% de sus penales, contra un promedio general del 77%. Acá le ponemos un porotito a Ronaldo, quien ha convertido el 93% de sus penas máximas. Aunque ambos jugadores son los ejecutores designados tanto en sus clubes como selecciones esta diferencia implica –a largo plazo- una diferencia de apenas tres cuartos de gol por año.
Para llevar a cabo todos esos disparos sin que un compañero lo asista Messi debe superar, gambetear, esquivar un montón de defensores. Hay una estadística para eso, y en mi opinión es una de las más revelantes, que refleja el estilo y la habilidad de Messi, y la relación entre ambas. De todos los delanteros en nuestra base de datos que han jugado al menos 100 partidos, Messi es el que más defensores encara y el más exitoso en superarlos.
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Superando defensores
Porcentaje de encares exitosos vs intentos por partido
Eje vertical: Porcentaje de encares exitosos
Eje horizontal: Intentos por partido
El único delantero que encara defensores tan agresivamente como Messi es Luis Suárez, quien tiene un margen de éxito cercano al 35%.
Esto puede explicar por qué Messi obtiene tantos buenos disparos y por qué sus disparos sin asistencia son tan buenos. También apunta a la mayor diferencia de estilo entre Messi y Ronaldo: Ronaldo toma más disparos de media distancia pero erra muchos de ellos, Messi intenta superar varios defensores, a veces pierde, pero cuando los supera lo compensa obteniendo como resultado mejores chances para asistir y disparar. Esto no quiere decir que un enfoque sea mejor que el otro, pero sí deja entrever que la brecha en cantidad de disparos entre uno y otro es algo exagerada. Messi parece patear con mucha mayor eficacia pero pierde más pelotas tratando de pasar rivales mientras que Ronaldo pierde pelotas porque erra más tiros, lo cual –hasta acá- se ve reflejado en las estadísticas de disparo. Más adelante veremos cómo afectan estos casos la pérdida de la posesión.

Pases y asistencias

De los párrafos anteriores puede inferirse que Messi es un jugador egoísta. O que es tan buen shoteador que se focalizaría en ese aspecto del juego en detrimento de otros. Pero Messi es también uno de los mayores asistidores en nuestra base de datos. Una vez más Lionel rompe el molde y se separa del resto. Ningún otro jugador (excepto Ronaldo) se acerca ni de casualidad a su combinación de goles convertidos y goles servidos.
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Servirlo vs hacerlo
Asistencias por partido vs goles por partido
Eje vertical: Asistencias por partido
Eje horizontal: Goles por partido
Messi no sólo es el jugador más goleador de los últimos cuatro años, sino que –a pesar de ser el primer delantero de su equipo- también es el tercer mayor asistidor del mundo. Sólo Mesut Özil y Franck Ribéry sirvieron más goles que el rosarino, y en el caso de Özil lo hizo jugando en el Real Madrid, donde asiste a Ronaldo.
¿Pero cómo lo hace? El mayor obstáculo al evaluar la habilidad del Messi pasador es el hecho de que juega para el equipo que más y mejor pasa la pelota en el mundo. El Barcelona por momentos parece jugar un loco (o pierde va al medio) con sus rivales, aplicando un tiki-taka basado en un gran cantidad de pases cortos de fácil concreción. Por encima de todo, intenta mantener la posesión de la pelota hasta que la chance surja. Esto parece una gran estrategia, pero hay una razón por la que no es utilizada universalmente: para que funcione, el equipo debe estar compuesto por pasadores brillantes y debe tener delanteros capaces de generar chances ante defensas cerradas.
Messi es ambas cosas. Más aun, su perfil de pasador no tiene comparación con el de los otros delanteros del Barcelona, quienes normalmente distribuyen el 72% de sus pases hacia atrás o los costados. Messi es más amigo de avanzar con la pelota en dirección al arco, y es exitoso en ese camino:
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Jugador / Total de pases intentados / % exitoso / Pases hacia delante / % exitoso
Messi realiza más pases que los otros delanteros, con un mayor porcentaje de esos pases intentando acercar la pelota al arco rival, y con un mayor porcentaje de esos pases hacia adelante siendo exitosos (¡típico de Messi!).
Sus más de 3.800 pases hacia delante son casi el doble que los de cualquier otro delantero en nuestra base de datos, Francesco Totti dio 2.200, Wayne Rooney 1.800 y Cristiano Ronaldo 1.500.
Una medida de la calidad de un grupo de pases es cuántos fueron completados en forma exitosa, pero también es importante qué ocurre una vez que esos pases llegan a destino. No ayuda en nada un pase de 50 metros al pie de un compañero que se encuentra rodeado de defensores. Por lo que una estadística útil es el porcentaje de pases de un jugador que conducen a jugadas exitosas en campo rival, como que el receptor del pase pueda patear al arco, volver a pasar la pelota a un compañero, y así sucesivamente.
Por ejemplo, veamos los pases largos de Messi enviados desde el mediocampo a compañeros en posición ofensiva. He creado un gráfico disperso comparando el porcentaje de pases completados de cada jugador con el porcentaje de los mismos que ha resultado exitoso, y he representado el volumen de los intentos de pases largos en burbujas de distinto tamaño.
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Cantidad de pases largos realizados desde el mediocampo
Delanteros con más de 50 partidos y más de 10 pases intentados
Eje vertical: Porcentaje de pases que condujeron a jugadas exitosas
Eje horizontal: Porcentaje de pases completados
Messi está entre los pasadores más precisos en las dos opciones, y nadie con tantos intentos es más preciso. Hay jugadores que completan un mayor porcentaje de estos pases y/o conducen a jugadas más exitosas con ellos, pero estos jugadores resultan claramente mucho más selectivos en sus pases. Por ejemplo, el 60% de pases exitosos conseguido por Ronaldo es mayor al 54% de Messi (aunque con una precisión un poco menor en la concreción de los pases), pero en la cantidad Ronaldo sólo logró 41 pases largos exitosos contra 81 de Messi.
Así las cosas no es ninguna sorpresa que Messi sobresale en los pases en profundidad, delicado y hermoso arte que requiere circunstancias y timing perfectos para ser exitosos. Messi intenta casi el doble de estos pases que cualquier otro delantero, y aun así rompe la estadística.
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Pases en profundidad
Realizado por delanteros desde 2010
Eje vertical: Asistencias mediante pases en profundidad
Eje horizontal: Pases en profundidad intentados
Y luego tenemos la crema del pase ofensivo, en campo rival, hacia delante y en dirección al arco. En ataque nadie ataca tanto ni tan seguido como Messi, y nadie es tan exitoso haciéndolo.
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Atacando el arco
Pases de delanteros, desde 2010
Eje vertical: Goles por partido
Eje horizontal: Pases hacia delante desde posiciones de ataque a los últimos veinte metros, por partido
De estos pases surgen la mayoría de las asistencias y, por cierto, de todos los delanteros Messi es el que posee –y con un buen margen- la mayor cantidad de asistencias por partido para este tipo de pases. Y otra vez, a pesar de intentar el doble de veces que la mayoría, vence las expectativas.

Toque a toque

A esta altura, debería resultar evidente que Messi posee al menos un poco de habilidad. Pero todavía hay trabajo pendiente: debemos demostrar que él hace que su equipo sea mejor.
Primero, para asegurarnos que estamos celebrando la grandeza de Messi y no la del Barça, necesitamos entender a Messi en el Barcelona. La forma más fácil de hacerlo es sopesando al Barcelona sin Messi, algo también conocido como Selección de Fútbol de España.
El contraste entre la España de 2010 y la de 2014 parece enorme: la del 2010 ganó la Copa del Mundo y la del 2014 fue la primera en volverse a casa. Pero en ese relato se pierde que el equipo campeón del 2010 no fue tan gran cosa, al menos en ataque. Ese equipo campeón convirtió menos goles por partido que el que fue eliminado este año: ocho goles en siete partidos cuando campeonó y cuatro goles en tres partidos este año. Lo cual nos da doce goles en diez partidos. 1,2 por juego. En comparación el Barcelona, en la Champions League 2010/11 convirtió 30 goles en 13 partidos. Desde 2010 el Barcelona marcó, a nivel UEFA, 104 goles en 47 partidos. Un promedio de 1,08 gol más por partido que lo logrado por la Selección de España compuesta por un núcleo ofensivo similar, utilizando el mismo estilo tiki-taka, pero sin Lionel Messi.
Quizás no sea una comparación justa, pero es consistente con la teoría que dice que Barcelona puede “jugar al loco hasta que la oportunidad aparezca” sólo porque tiene a Messi como delantero.
Entre los tiros pateados y las chances creadas, Messi es responsable de cerca del 48% de los disparos al arco del Barcelona (sin incluir penales ni jugadas de pelota parada). Aun así, entre él y los jugadores que él asiste convirtieron el 60% de los goles culés.
De hecho, cuánto más se involucra Messi en un disparo al arco más probable es que su equipo convierta. Messi ha convertido el 22,1% de sus propios tiros (sin contar penales ni tiros libres). Los jugadores a quienes ha servido goles han convertido el 18,1% de sus disparos. Pero las ocasiones de gol del Barcelona en las que Messi no ha participado han terminado en gol sólo el 12,5% de las veces.
Aunque Barcelona es uno de los mejores equipos del mundo, existe una gran diferencia entre las ocasiones en que Messi está involucrado y en las que no. Acá les mostramos esas mismas diferencias para todos los jugadores que desde 2010 han jugado más de 100 partidos y que han pateado o asistido compañeros más de 4 veces por partido.
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Valor agregado por tiros y asistencias
Porcentaje de mejoría cuando el jugador está involucrado
Primera columna: Mejoría en tiros
Segunda columna: Mejoría en tiros asistidos
Por supuesto, estos son números brutos y no se tienen en cuenta los tipos de disparo que cada jugador tomó o asistió, ni la cantidad de intentos. En general es difícil de mantener los valores en una mayor muestra de disparos y habría que subdividir demasiadas categorías para encontrar algún otro dato de relevancia.
Por ello volvemos al esquema de GAA, que compara el resultado de cada chance o disparo con su expectativa. Así, se pude establecer si un jugador ha superado las expectativas para todos sus disparos y chances creadas. Luego podemos hacer lo mismo para todos los tiros intentados por su equipo sin que el jugador esté involucrado, y compararlos. Por ejemplo, si el jugador convirtió 0.02 goles por sobre lo esperado (GAA, por tiro) y el resto de su equipo obtuvo un GAA de -0.01, entonces el valor agregado de ese jugador puede establecerse en 0.03 GAA por tiro. Ahora grafiquemos ese valor agregado contra la participación ofensiva total (el porcentaje de disparos del equipo en los que estuvo involucrado) de cada jugador:
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Valor agregado vs Participación ofensiva total
Eje vertical: Valor agregado por disparo
Eje horizontal: Porcentaje de disparos del equipo en los que el jugador estuvo involucrado
Por último, después de varios gráficos, vemos una estadística decreciente. Al menos para todos los que no se llaman Lionel Messi. Él nuevamente se mantiene impasible al tope de la tabla.
Eso es lo que ocurre una vez que se organizan los disparos. Si queremos explorar la eficacia de un jugador debemos echar una mirada más profunda en cada sus contactos con la pelota. Para esto he creado una estadística llamada “posesiones utilizadas”, que toma en consideración la cantidad de veces en que el jugador:
- Remata al arco;
- Pasa la pelota a un jugador que remata al arco;
- Pierde la pelota;
- Intenta pasar la pelota y falla;
- Intenta eludir a un defensor y falla.
En otras palabras, es una estadística pensada para reflejar cualquier evento que finaliza con el equipo cediendo la posesión, sin importar la jugada terminó positiva o negativamente. Las acciones de juego que sólo estiran la posesión, como una gambeta exitosa o un pase a un jugador que no patea al arco, no son tenidas en cuenta.
Es obvio que pasar correctamente la pelota es una habilidad importante (lo que ya se ha reflejado con anterioridad), pero en este caso deseo establecer la relación entre la posibilidad de que una jugada termine bien (goles, asistencias) y que termine mal (pifias, pérdidas, etc) en todos los casos en los que el jugador realiza una acción que da fin a la jugada/posesión. Teniendo en cuenta a los jugadores que finalizan más de 15 posesiones/jugadas por partido podemos graficar las posesiones utilizadas que terminaron en goles o asistencias de la siguiente manera:
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Goles y asistencias por posesiones utilizadas
Eje vertical: Goles convertidos o asistidos por posesión utilizada
Eje horizontal: Posesiones utilizadas por partido
Quitando todos los pases que no terminan en un disparo al arco, Messi genera la mayor cantidad de puntos por toque que cualquier otro jugador con un nivel de participación similar en el juego. Pero hay un par de cositas interesantes en este gráfico: a pesar de no tomar tantos tiros, Messi utiliza más posesiones por partido que Ronaldo. Esto es porque habitualmente Messi es más proclive a encarar defensores, y por ello son mayores sus chances de entregar mal la pelota o perderla generando un contra ataque. Por el mismo motivo tiene también más probabilidades de dar mayor cantidad de asistencias.
Es claro que las pérdidas de balón en el fútbol no son un problema tan grande como en el básquet o en el fútbol americano. Los disparos, incluso los de baja calidad, son un recurso mucho más escaso que las posesiones. Arriesgarse a perder la pelota por intentar convertir un gol de los difíciles o improbables puede valer la pena.
Por último, el desempeño defensivo de Messi es consistente con el de cualquier otro gran goleador. Parece no importar que con sus 169 centímetros de altura sea talle S.
Para evaluar las habilidades defensivas de Messi he combinado los quites exitosos, intercepciones y tiros tapados, y los he relacionado con las posesiones rivales.
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Cuando los grandes goleadores defienden
Eje vertical: Jugadas defendidas por posesión rival
Eje horizontal: Goleas creados por posesión.
Hay pocos aspectos del juego en que los números de Messi son considerablemente menores a los de sus pares (léase Ronaldo): No suma muchos despejes –aunque esto está más relacionado con su estilo de juego-, no va a muchas pelotas aéreas y cuando lo hace sólo se impone en el 50% de esos duelos, lo cual sin duda es afectado por su baja estatura.

Conclusión

¿Cómo deberían sentirse los hinchas argentinos con todo esto, dada la frustración experimentada en los últimos Mundiales y las esperanzas puestas en Messi para este año? Hasta ahora en este torneo Messi ha estado achicando la brecha que había estadísticamente entre su desempeño en el Barcelona y en la Selección. Brecha que nunca fue tan grande como parece.
Desde el Mundial 2010, Messi convirtió 19 goles y dio 6 asistencias para Argentina en 22 partidos (0,90 goles por partido y 0,30 asistencias por juego, comparados con 1,10 y 0,40 en el Barça). En eficacia para convertir y asistir obtuvo un GAA de 0.199 por tiro con la Selección, comparado con un 0.262 con los culés. Jugando para Argentina tiene mejor rendimiento defensivo que en su club, estas diferencias –que existen- posiblemente se deban más al diferente estilo de cada uno de estos dos equipos que a la calidad de su juego.
A la vez, 22 partidos es una muestra más bien pequeña. Aun así, las estadísticas son consistentes con la idea de que Messi es el mejor futbolista del planeta, ese 0.199 GAA de Lionel en Selección es mayor que el 0.175 de Ronaldo en el Real Madrid desde 2010 a hoy. Así se ve ese GAA de 0.199:
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Disparos al arco de Messi
Jugando para Argentina, de 2012 hasta la Fase de Grupos del Mundial 2014
En celeste: Goles
En blanco: Atajados
En rojo: Desviados
En otras palabras, si el Messi del Barça y el Messi de Argentina fueran dos personas distintas –basándonos únicamente en las estadísticas de 2010 a 2014- existe una buena chance de que ambos fuesen los dos mejores jugadores del mundo.
Uno de ellos jugará este martes.
Artículo publicado el martes 01/07/2014 por Benjamin Morris @skepticalsports en FiveThirtyEight.
Todos los gráficos corresponden a la nota original.

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