jueves, 28 de octubre de 2010

Aseveraciones lógico políticas (José Pablo Feinmann)

1. Néstor Kirchner no era Perón. 1.1. Perón dejó como sucesores a una Presidenta inepta y a un criminal paranoico. 1.2. Néstor Kirchner compartió su vida y deslizó la presidencia en manos de un valioso cuadro político, de una mujer fogueada y hecha en la gran política. De una mujer de excepcional inteligencia. Se me perdonará esto: pero estudié la carrera de Filosofía y ahí recibí mi título. Dediqué mi vida a la filosofía y a la literatura. Sé cuándo alguien sabe pensar. Ningún presidente de la historia argentina pensó con el rigor y la inteligencia de Cristina Fernández.

2. Perón, al regresar, dedicó sus mayores afanes a perseguir y aniquilar a los jóvenes del peronismo, armados o no. Evidentemente el padre Mugica, asesinado por Rodolfo Almirón de la Triple A, organización construida a la vista (aprobatoria) de Perón, no era un hombre armado ni clandestino. (Menos aún lo mataron los Montoneros, como dicen algunos pérfidos que buscan aliviar las culpas de la Triple A. ¡Valiente tarea, qué cercanos se sentirán a ella!) Tampoco lo era Enrique Grynberg, que manejaba un Ateneo en Saavedra. A Kirchner la muerte lo sorprende en pleno diálogo con la juventud. En plena construcción de una de las cosas que hoy más necesita el justicialismo: la construcción de la militancia territorial. 2.1. Cuando murió Perón, el establishment se asustó, y mucho. Porque el tercer Perón era un guerrero del establishment que, para beneficio y alegría de ese sector con el que tan bien negoció, le estaba haciendo la tarea sucia. 2.2. Con Néstor Kirchner, buena parte del establishment y las clases altas y las clases medias altas festejan jubilosos. Hubo censistas que ya hoy llegaron a casas que estaban con las puertas abiertas y festejando. En muchos hogares, hoy, ya hoy, con el cadáver del ex presidente aún tibio, se festejó con champagne. 2.3. Seguramente también en muchas editoriales. Se podrían dar nombres, pero no es el momento y –además– todos los conocen.

3. El vicepresidente de Perón era su esposa, sumisa, a él y al monje umbandista Daniel, asesinos ambos. La sucesora y compañera de vida de Kirchner es Cristina Fernández. Su vicepresidente es un traidor y ayer le añadió a la traición la mentira, que son hermanas de sangre, que van juntas porque traicionar es mentir y gravemente. Tuvo ayer el exasperado caradurismo de decir que había muerto un gran presidente. ¿Por qué le clavaste un cuchillo en la espalda al proyecto de un gran presidente, Cobos? ¿También esa crueldad, esa torpeza, esa traición al país le hiciste? 3.1. Cristina Fernández es de esos seres humanos que se agrandan ante la adversidad. La verán llorar. ¿Cómo no va a llorar al compañero de una vida? Y como una mujer. O como cualquiera. Cualquier ser sensible lloraría en una circunstancia semejante. Yo, ni lo duden. Lágrimas lacerantes. Pero Cristina es notoriamente fuerte. La desdicha le dará poder. La desdicha la hará todavía más dura en la lucha. No festejen tanto, señores. Acaso ni sospechen lo que tendrán que enfrentar de aquí en más. Por otra parte, si Cristina (se decía insistentemente) carecía de carisma, conseguía adhesiones por su inteligencia pero no por su ternura o por su feminidad o lo que sea. (No creo en esto, pero aceptémoslo.) Ahora, el pueblo verá en ella a la mujer que se quedó sin su hombre. A la mujer sola. A la que sola se las tiene que arreglar. A la que hay que seguir, querer y respaldar para que el país conserve su rumbo. “No se nos puede quebrar”, dirán muchos. “Pobre, qué mala suerte. Perder a un marido tan joven. Tan necesario para ella. Un marido al que tanto quería.” Lloverán las flores y las adhesiones emocionales. Pero hay que transformarlas en militancia. 3.2. Hoy, más que nunca, la militancia juvenil tiene un papel esencial. Al que aparezca con alguna teoría que recuerde a la lucha armada y al foco insurreccional de los ’70 échenlo a patadas. Esas posiciones llevaron a la muerte a una generación entera de militantes a lo largo y a lo ancho de América latina. La lucha militante (la única) es de superficie, de cara al sol, como quería morir José Martí y también como quería vivir y vivió (era porque sabía la belleza de vivir de cara al sol que así quería morir). De cara al sol significa: nada de clandestinidad, nada de armas, se triunfa cuando se transforma el número en fuerza, pero no en fuerza armada. En fuerza militante, territorial, cuando se habla con la gente, cuando hay un proyecto para ser comunicado, un proyecto que convenza al militante y le dé fuerzas para convencer a los demás. Lo esencial del proyecto sigue siendo: la unidad de América latina (el Mercosur, no el ALCA). El fortalecimiento del Estado para que defienda a los débiles ante la voracidad de los monopolios. La diseminación de lo mediático. Lo que significa –tanto aquí como en Estados Unidos y en cualquier país que luche por la democracia de la información– muchas voces que hablen, que tomen la palabra, que informen diferenciadamente si es necesario de la uniformización de la palabra de la unicidad monopólica, que informa desde una sola verdad, la propia. O sea, no informa. Difunde sus intereses. El Banco Central para los intereses argentinos. Orgullo y poder y ni un atisbo de sometimiento ante el FMI y cualquier entidad de la prepotente banca extranjera que busque utilizar al país en la timba de sus intereses. Diálogo a fondo con todos los que quieran dialogar. Unidad nacional en medio de la diversidad. Que esa diversidad no se transforme en antagonismo. O, al menos, que exprese el razonable disenso de la democracia. Basta de odios. Basta de libracos difamatorios. Basta de tapas insultantes. Respeto de las Madres y a las Abuelas de la Plaza de Mayo, que nadie más tenga la inmoralidad de siquiera sugerir que una mujer como Estela de Carlotto (que recuperó para la vida verdadera 102 nietos apropiados por el poder desaparecedor) sea tildada desde una revista hipercomercial de hacer lobby para ganarse el Premio Nobel. Esa es una mentira y una falta de respeto. ¿Rescataron ustedes 102 niños? ¿Qué hicieron ustedes además de querer vender revistas a cualquier precio, aun al precio vil de injuriar a las Abuelas de Plaza de Mayo y a Estela de Carlotto? 3.3. Cristina Fernández no queda sola. Tiene a su alrededor cuadros de gran valía. De gran inteligencia. Voy a dar algunos (sólo algunos nombres): Juan Manuel Abal Medina (h), Marcos Zanini (¡vamos, negro!, ¡respalde a la Presidenta con todo lo que usted tiene y sabe: lucidez política amasada a lo largo de años y polenta), Daniel Filmus, brillante intelectual, Aníbal Fernández, el político jauretchiano: nadie desde Jauretche usaba el humor en la política como él lo hace (y no me vengan con los chismes de letrina de lo que fue o lo que no fue: los hombres, en esta Argentina dramática, importan por lo que son y por lo que hoy están dispuestos a hacer). Y muchos más. Y todos los pibes, que cada vez son más. Y que –contrariamente a lo que les ocurría a los jóvenes desde el ’80 hasta el 2000– hoy le encuentran un sentido a su vida en la militancia, en la política.

4. Todo esto y más también tiene usted, Presidenta, para gobernar este país y llevarlo a buen puerto. No es poco. Eso, unido a su talento, a su fortaleza duplicada por la mala mano que Dios (que, de argentino, disculpen, pero: nada) otra vez nos ha dado, le otorgará a los que ya la apoyaban y a los que de aquí en más verán que apoyarla es la única salida para el país y que, por otra parte, usted lo merece, la decisión de estar a su lado, en esta hora amarga pero también en esta impecable coyuntura en que los bravos, los que no bajan los brazos, los que no se dejan vencer por las adversidades que el destino siempre trae, duplicarán sus fuerzas para tratar, al menos, de estar a la altura de las suyas.

domingo, 24 de octubre de 2010

Prepagas

Este año las ventas crecerán un 20%
Cinco empresas de medicina privada concentran el 75% de la facturación
Publicado el 24 de Octubre de 2010
Por Nicolás Resco
Se trata de uno de los sectores más concentrados de la economía. Mientras el conjunto de las prepagas recibió de sus afiliados unos $ 13 mil millones en 2009, $ 9750 millones fueron a parar a un puñado de ellas.
Las modificaciones que la Comisión de Salud del Senado quiere realizar al proyecto de ley –con media sanción de Diputados– que regula la medicina prepaga, puso el foco sobre este sector, que se queda con 1,2 de cada diez pesos que se gastan en el país en materia de salud.
Según datos del Banco Mundial del año 2009, en la Argentina se destinan anualmente U$S 658 por habitante para la atención de la salud, uno de los números más altos de América Latina. La suma viene en rápido ascenso, desde los U$S 493 del año 2005. Es decir, un 33% más en apenas cuatro años. Esta enorme cifra representa un 9% del Producto Bruto Interno, algo así como $ 102 mil millones.
¿A dónde va a parar esta montaña de dinero? El sistema de salud argentino tiene tres grandes componentes: las obras sociales sindicales y el PAMI (Prestación Médica Asistencial Integral, o popularmente la obra social de los jubilados), los hospitales públicos (tanto nacionales como provinciales y municipales) y el sector privado.
El subsistema privado participa del total del gasto de salud con algo más del 12%. La cobertura de salud es ofrecida por empresas de medicina prepaga, sanatorios y clínicas u hospitales de comunidades que, de modo directo, alcanza a 4,6 millones de personas de poder adquisitivo medio o alto.
Según un informe de la consultora Key Market, alrededor del 65% de los afiliados vive en Capital Federal, Gran Buenos Aires y las principales ciudades del país: Rosario, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
En tanto, a pesar de los sucesivos aumentos en las cuotas de los servicios de medicina prepaga –que rondarían el 35% en los últimos diez meses del año y que tendrán un último coletazo en noviembre próximo, tal como adelantó Tiempo Argentino la semana última–, la rentabilidad sobre las ventas promedio del negocio estaría entre las más bajas de la economía argentina.
Según la consultora Claves, las ganancias en el sector varían entre el 1 y el 3%, pero existe un elevado grado de concentración. El informe de Claves señala que sólo las empresas OSDE y Swiss Medical habrían obtenido durante 2009 rentabilidades superiores a esos porcentajes.
Cinco empresas (Galeno, Swiss Medical, Medicus, Omint y OSDE) concentran el 75% de la facturación. El 25% restante se reparte entre unas 60 empresas distribuidas en las principales ciudades del país.
Según la consultora Key Market, este año la facturación será un 20% mayor que la de 2009. Ello responde al efecto precio, en un 15%, y en un 5% al crecimiento real del sector. Para el año 2011, se cree que esas cifras se mantendrán estables, según dijo a Tiempo Horacio Dillon, director General de OSDE.

RESPONSABILIDAD. El sistema de cobertura fue regulado en 1997 con la entrada en vigencia de la Ley 24.754. A partir de ese año, las empresas de medicina prepaga deben cubrir, como mínimo y en todos los planes que ofrezcan, todas las prestaciones previstas en el Plan Médico Obligatorio (PMO), cuyas características fueron fijadas en la Resolución 247/96 del Ministerio de Salud y Acción Social.
En las prepagas, el contrato opera como un seguro de cobertura, es decir, se ofrecen las prestaciones de salud con base en las cuotas que se van abonando regularmente y por adelantado.
El PMO determina la obligación de las prepagas de asegurar a los beneficiarios las prestaciones de prevención, diagnóstico y tratamiento médico oncológico mediante sus propios servicios, o a través de terceros contratados, al tiempo que no se podrán establecer períodos de carencia ni coseguros o copagos. La empresa no puede negar una cobertura (con independencia de lo que disponga el contrato) si es de cumplimiento obligatorio por el PMO. Los contratos pueden ser de plazo indeterminado, o bien por un período establecido: mensual o anual, y con renovación automática.

lunes, 18 de octubre de 2010

La dignidad del estatal (Por Alicia Miller)

El pase a planta permanente de unos 4.000 contratados –cifra que equivale al 10% de los agentes públicos de Río Negro– es presentado una y otra vez por el gobierno provincial como una buena noticia.

Cierto es que el procedimiento busca de algún modo remediar una situación de irregularidad manifiesta que no sólo comprometía al Estado provincial en su calidad de empleador sino que llenaba de incertidumbre a las personas que la padecían.

Sin embargo, si el Estado incurrió en una conducta irresponsable al crear miles de vínculos laborales a través de contratos precarios, al ingresar a planta permanente a esas personas mediante concursos cerrados comete una falta aún más grave, ya que ofende a la Constitución rionegrina y a la garantía de igualdad ante la ley que consagra la Constitución nacional. En su artículo 16, ésta establece que todos los habitantes del país "son iguales ante la ley y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad".

Por su parte, la Constitución rionegrina no prevé otro modo de ingreso al empleo público provincial que el concurso de oposición y antecedentes. Es taxativo su artículo 51 al definir que la idoneidad y la eficiencia son las condiciones para el ingreso, ascenso y permanencia de los agentes públicos. Y más aún cuando el mismo apartado ordena que una ley instrumente el régimen de concursos de oposición y antecedentes y prohíbe todo tipo de discriminación en la relación laboral.

Sin embargo, para ser admisible en el Estado rionegrino son "más iguales que otros" quienes ya han sido contratados –aun cuando lo hubieran logrado por relaciones de amistad, parentesco o afinidad política con personas de poder–. Aun si argumentaran capacidad para el cargo que así ocupan, no habrá modo de certificarlo puesto que el único legal es el concurso abierto con jurado apto e imparcial.

El mal remedo que por estos meses se tramita impide a cualquier ciudadano ejercer su derecho a competir en igualdad de condiciones por los cargos vacantes y priva, al Estado, de la posibilidad de que sean cubiertos por las personas mejor capacitadas y, a los contribuyentes, de beneficiarse con el eventual aumento de calidad que resultaría de sus servicios.

Como agravante, es bueno recordar que el gobierno transfirió en favor del gremio UPCN gran parte de la tarea de confección y distribución de los cuadernillos de capacitación para los exámenes cerrados. Y que ese sindicato también tuvo presencia en las mesas examinadoras, lo que podría suponer parcialidad en favor de sus afiliados.

Es decir que, dentro de los actuales contratados, los "más iguales" son los afiliados a la organización que lidera el diputado nacional oficialista Juan Carlos Scalesi. Y hay pocas maneras de verificar que esta situación no haya reducido las posibilidades de ejercer un derecho –es decir, discrimine– a quienes optaron por ATE o por ninguna afiliación sindical.

Otra discriminación difícilmente justificable es la que impide rendir el examen de ingreso a la planta del Estado a quienes estén siendo sumariados, ya que esta medida –equiparable a una sanción que causa gravamen irreparable– viola la presunción de inocencia que protege a todo aquel que no haya sido declarado culpable tras un procedimiento ajustado a derecho.

Es obvio que el gobernador Saiz confía en que esta medida administrativa se traducirá en un beneficio a su imagen política entre los votantes estatales. Es probable, incluso, que confíe en que mejore la impresión general sobre su gestión. Pero los efectos de su determinación distan de ser tan seguros y permanentes como promete.

Los modos de contratación precaria perjudican, en primer lugar, al propio contratado. Si bien en lo salarial generan el derecho a percibir retribución en condiciones más o menos iguales a las que rigen para planta permanente, es de práctica que el trabajador así vinculado, para no ver en riesgo su continuidad, se sienta constreñido a aceptar prácticas ajenas a su tarea –como la asistencia a actos partidarios– o quede sujeto a la remoción ante el mínimo desacuerdo con su jefe político de turno.

Sobran los casos judiciales que demuestran que, cuando el contratado deja de agradar al decisor, éste invoca la potestad administrativa de anular la designación irregular alegando el vicio grave que significó la ausencia de concurso. Aunque, al lado de aquel, mantengan el cargo en igual situación personas más propensas a acatar instrucciones políticas.

Del mismo modo, desde el punto de vista formal, cada designación que derive de los concursos en marcha puede resultar, en apariencia, válida. Pero desde lo jurídico distará mucho de ser legal y, por lo tanto, de causar efectos perdurables y exigibles.

No es casual que un estudio de Poder Ciudadano ligara esta difundida anormalidad con las permeabilidades que favorecen la corrupción en el Estado. Ese informe consignó que, si bien el método de ingreso general al empleo público es el concurso basado en el mérito, se ha generalizado otro sistema a través de contratos temporarios que se van renovando año a año hasta fabricar una relación laboral –aun precaria– que, bajo mecanismos de discrecionalidad política, termina generando concursos de ingreso sin acreditación de capacidad ni respeto a la garantía de igualdad ante la ley. A la larga, esto se traduce en una merma en la calidad de las decisiones técnicas del Estado y en el relajamiento en los controles y estándares de exigencia.

Es probable que el gobierno de Miguel Saiz considere injusta la objeción que aquí se plantea respecto de este método y que argumente no haber hecho más que imitar a todos los gobernadores que lo antecedieron desde 1983. Y es cierto.

Pero, para que la costumbre vuelva legales los actos jurídicos, es necesario que ésta se asiente en la convicción de que es el modo adecuado de hacer las cosas. Algo imposible frente a un texto tan claro de la Constitución y la ley.

Algunos municipios, como los de Allen y Choele Choel, también están aumentando por este método la planta permanente, sin atender que la misma prohibición constitucional rige para ellos.

Grave es que, si bien ya están produciéndose los primeros pases a planta en el Estado provincial, no se advierta una disminución proporcional del personal contratado. Como evidencia, conviene ver que, en mayo del 2009, la Administración tenía 30.152 empleados en planta permanente y 9.458 contratos temporarios. En mayo de 2010, las nuevas designaciones habían llevado a 31.243 los cargos de planta permanente y los contratos temporarios habían trepado a 10.488.

Esto hace suponer que Saiz no está para nada interesado en regularizar la situación del Estado en lo administrativo ni en lo laboral. Y, por el contrario, piensa seguir usando el dinero de los contribuyentes para generar relaciones político-dependientes que en nada contribuyen a dignificar al empleado público y que privan al Estado de la posibilidad de contar con los servicios de las personas mejor capacitadas para la función.

jueves, 14 de octubre de 2010

José Martí (Por José Pablo Feinmann)

José Martí es un hombre y un intelectual admirables; es un poeta deslumbrante, un escritor de una prosa profunda, rítmica, musical, ya sea al servicio de la militancia, a cuyo servicio la puso constantemente, la utilizó una y otra vez sin cesar a lo largo de su vida, o ya cuando la colocó al servicio de la obra poética que legó a una posteridad que lo recibe con alegría y lo tendrá en uno de sus lugares más destacados para siempre. Porque Martí, además, representa en América quizá la imagen más acabada –junto con otros notables como Domingo Faustino Sarmiento, por supuesto– del intelectual comprometido, el intelectual que tiene una misión política que cumplir a la cual adosa su talento literario. O sea, el que tiene un talento literario siente que debe tenerlo para algo, que la literatura no se agota en sí misma sino que el don que ha recibido el escritor debe trascender al escritor mismo porque éste advierte que forma parte de una época, que está inmerso en una historicidad que lo condiciona profundamente y que cualquier cosa que haga o que no haga va a estar sobredeterminada, por usar este concepto que viene del fondo de los tiempos del viejo estructuralismo. Sobredeterminada por la historia, el entorno, la situación existencial en que cada uno está, y a la que nadie escapa, aunque diga “mi literatura no tiene nada que ver con nada, yo no comprometo mi literatura, mis palabras no se enlodan con la política, mi lenguaje no se enloda con la política, mi lenguaje es mío y me expresa a mí”.

El 26 de julio de 1953, el cuartel Moncada en Santiago de Cuba fue asaltado por unos guerrilleros que respondían a la conducción de uno llamado Fidel Castro. Cuando es llevado a juicio y cuando los jueces quieren saber quién es el ideólogo de este asalto, le preguntan entonces a Fidel Castro quién es el autor intelectual de esa operación que él y sus hombres acaban de cometer. No duda y dice: Es José Martí. Se habrán asombrado mucho los jueces, porque ignoraban que José Martí perteneciera a los hombres que, junto con el comandante Fidel Castro, habían asaltado el cuartel Moncada. Pero ocurre que la palabra de Martí había atravesado los años, que Castro y todos los que en ese momento comenzaban a luchar contra la sangrienta dictadura batistiana eran lectores de José Martí.

Martí habrá de escribir un poema dramático al que titulará Abdala y él dirá que está escrito expresamente para la patria. Abdala, entonces, le explica a su madre: “El amor, madre, a la patria no es el amor ridículo a la tierra ni a la yerba que pisan nuestras plantas. Es el odio invencible a quien la oprime; es el rencor eterno a quien la ataca y tal amor despierta en nuestro pecho el mundo de recuerdos que nos llama a la vida otra vez”. Entonces observemos que no confunde a la patria con la tierra. O sea, dice que el amor a la tierra es un amor ridículo. Es notable esto porque en estos días en nuestro país se identifica tanto a la patria con la tierra que es interesante que José Martí, que tiene algo más de talento que muchos hombres ligados a la tierra en la modalidad de la explotación y la posesión, diga lo contrario. Martí dice “el amor a la patria no es el amor ridículo a la tierra ni a la yerba que pisan nuestras plantas. El amor a la patria es el odio invencible a quien la oprime”. No olvidemos que dice esto en un momento en que el conquistador colonialista somete a su patria. “Es el rencor eterno a quien la ataca.”

Su vida comienza a realizarse en el modo de la errancia hasta que llega a EE.UU. A EE.UU. la llama la “América europea” y descubre muy pronto sus virtudes, pero también descubre cómo reaparecen ahí los vicios que creía haber dejado atrás en Europa y que no son lacras, son defectos, no quiero usar la palabra “lacra” que me parece una palabra muy de Fernández Retamar, que son defectos inherentes al capitalismo desarrollado. Martí vive en los EE.UU. y, bueno, ahí advierte que esa nación va a ser una nación imperialista que va a intentar apropiarse de la América latina, que la libertad de América latina para los EE.UU. será sólo un pretexto para ejercer el imperialismo de esa enorme nación sobre las naciones balcanizadas de América latina.

Martí era, además, un gran orador. Es posiblemente el más grande escritor americano junto con nuestro Sarmiento, si pensamos en el Facundo sarmientino, y escribe en todos los diarios del continente, ningún diario le cierra sus puertas porque se convierte en el batallador más importante por la libertad de Cuba y además se convierte en el gran batallador antiimperialista contra los EE.UU. Martí es el que señala primero que todos lo que va a ser la política norteamericana en América latina.

Emprende la lucha ya directa por la liberación de Cuba. La guerra contra España es una guerra totalmente abierta en 1895 y ahí va Martí con su enorme prestigio, un hombre al que ya llaman presidente pero que, sin embargo, va al primer puesto de la batalla. En esto se parece mucho a lo que vimos de Salvador Allende. Martí debió ser protegido en este sentido, se le debió decir –si no se le dijo será por la certeza de su negación–: “Vea, maestro, usted está para otra cosa, usted está para abrir nuestras cabezas, para volvernos lúcidos, para decir nuestras proclamas, pero no está para agarrar un fusil y actuar como un soldado de Infantería, tenemos otros para eso”, pero no es así. Martí siente tan imperiosamente que debe caer el colonizador español, que el 19 de mayo de 1895, en un lugar llamado Boca de Dos Ríos, lo sorprende una columna española. Martí avanza sobre esa columna y cae herido de muerte. La tropa cubana no puede recuperar su cadáver, los españoles lo llevan a enterrar a Santiago de Cuba, pero Martí quería morir de cara al sol, quería morir como no suelen morir los pensadores, los intelectuales, los filósofos, los pensadores profundos como José Martí, que suelen morir en su escritorio, en su despacho o en su cama, pero que han atacado de un modo muy profundo al enemigo a través del arma poderosa que son las palabras, las ideas, los conceptos, la desmitificación del opresor, del derecho del opresor de oprimir al oprimido. Y ésa era la tarea de Martí. Pero Martí quería morir de cara al sol y así murió.

Charles Dana, el que publicaba los artículos de Karl Marx y Engels, que en ese momento es el director del New York Sun, se entera penosamente de su muerte. Martí es llorado en Europa y también en EE.UU., y acá Fernández Retamar hace una interesante interpretación. Para él, afirma, no corresponde llamar a Europa y a EE.UU. países desarrollados, sino que él preferiría llamarlos países subdesarrollantes. Bueno, son las dos cosas, son países desarrollados porque a la vez son subdesarrollantes. Todo colonizador, el proyecto de todo colonizador, es subdesarrollante, porque el proyecto del colonialismo es lograr su propio desarrollo por medio del saqueo de la colonia. Y el saqueo de la colonia implica el subdesarrollo de la misma. Entonces todo país desarrollado se ha hecho a partir de un subdesarrollamiento del país colonial, del país sometido. En suma, hay países desarrollados porque los países desarrollados realizan una práctica subdesarrollante, que es la práctica colonizadora. Y esta práctica el capitalismo la realiza desde 1492, cuando Colón llegó a América para practicar la práctica subdesarrollante de los países de Europa, de los imperios colonialistas europeos.

Sus mensajes más precursores, los que más han prefigurado el futuro, a parte de la liberación del colonialismo español, son los que señalan las intenciones imperialistas y expansionistas de los EE.UU. Fernández Retamar omite algo porque dice que Martí “comprende, angustiado, que el próximo paso de EE.UU., conquistado el oeste, arrebatada la mitad de México y cicatrizada la Guerra Civil, será arrojarse sobre el resto de América y, en primer lugar, sobre Cuba”. Lo que no dice Fernández Retamar es que Marx y Engels apoyaban esta expansión norteamericana y hasta me atrevo a decir que, en caso de que EE.UU. hubiera invadido Cuba en el siglo XIX, en vida de Marx y Engels, éstos habrían aprobado esa invasión porque era la invasión del progreso, del desarrollo capitalista, la invasión de la burguesía que iba a instaurar un moderno sistema de producción del cual surgiría el proletariado industrial que verdaderamente habría de liberar a la isla de Cuba. La isla de Cuba, finalmente, hizo su revolución sin un proletariado industrial porque no lo tenía, pero la hizo con los campesinos respaldando el coraje de los hombres de Fidel Castro en ese temprano, y hoy lejano, enero de 1959.

Que Martí haya expresado una postura socialista es absurdo pedírselo, porque Martí no estaba para eso, Martí era un nacionalista revolucionario en una etapa muy concreta, en una etapa en que se tornaba necesario liberar a la nación del yugo imperialista. En esta etapa es toda la nación la que se libera. En la etapa socialista es la clase obrera la que, dominando a las clases explotadoras, se libera, eso es el socialismo. Pero lo que Martí hace es un nacionalismo popular revolucionario en el cual es la nación la que se opone a las pretensiones opresoras del colonizador. Esta fue la gran tarea de Martí, quien además incorpora en toda su temática la herencia que ellos, en tanto criollos, en tanto hombres cultos, tienen de los pueblos originarios. No es un hombre que haya olvidado de ningún modo la presencia del indio en la cultura de los países americanos.

En su Diccionario de autores latinoamericanos el escritor argentino César Aira, que sabe mucho de literatura y que es muy exigente, emite este juicio sobre la poesía de José Martí. Dice César Aira: “La poesía de Martí, Ismaelillo, Versos libres, Versos sencillos y las inconclusas Flores del destierro, es una de las más exquisitas y perfectas que se hayan escrito en la lengua española. Sus méritos como precursor del modernismo son secundarios ante su asombroso poder de iluminación. En cuanto a su prosa, abundantísima y casi toda ella circunstancial, es un modelo insuperable de maestría estilística y finura de pensamiento”.

Los textos circunstanciales son textos políticos, son escritos coyunturales destinados a la finalidad de la liberación de la patria ante el opresor colonialista. Voy a leer citas de sus Versos sencillos. que para él eran demasiado sencillos y les daba más valor a sus Versos libres, que son más complejos. Pero los Versos sencillos son de una extrema belleza y hasta serán reconocidos por todos porque son parte de una hermosa canción que es “Guantanamera” y que, bueno, no hay quien no la cante. “Yo soy un hombre sincero de donde crece la palma y antes de morirme quiero echar mis versos del alma. Yo vengo de todas partes y hacia todas partes voy, arte soy entre las artes, en los montes, monte soy. Yo sé los nombres extraños de las yerbas y las flores y de mortales engaños y de sublimes dolores. Yo he visto en la noche oscura llover sobre mi cabeza los rayos de lumbre pura de la divina belleza.”

Tiene otros de una densidad conmovedora: “Gocé una vez de tal suerte que gocé cual nunca cuando la sentencia de mi muerte leyó el alcaide llorando”. En estos Versos sencillos que, como vemos, son profundamente complejos porque penetran muy hondo en la condición humana, hay más adelante dos cuartetas donde habla del concepto de morir de cara al sol: “Yo quiero salir del mundo por la puerta natural, en un carro de hojas verdes a morir me han de llevar. No me pongan en lo oscuro a morir como un traidor. Yo soy bueno, y como bueno, moriré de cara al sol”.