miércoles, 7 de marzo de 2012

Salud analizó la vigilancia y alerta de enfermedades transmitidas por alimentos








El Ministerio de Salud de Río Negro reforzará su sistema de vigilancia y alerta de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA). El tema fue abordado en la habitual reunión de Sala de Situación que se realiza todos los viernes con la participación de autoridades y técnicos de todas las áreas de la cartera sanitaria provincial.







En ese marco, el secretario de Salud, Carlos Mercapide, dispuso el inicio de “talleres de sensibilización para personal médico, en los que se trabaje en la elaboración de diagnósticos oportunos y precisos que permitan tanto la detección como el tratamiento eficaz de los casos y brotes de este tipo de enfermedades”.



Las Enfermedades de Transmisión Alimentaria son originadas por la ingesta de alimentos y/ o agua contaminados con agentes nocivos para la salud.



La presentación del informe en la Sala de Situación estuvo a cargo del Departamento de Protección de Alimentos de la Coordinación Provincial de Salud Ambiental del Ministerio de Salud. Su contenido estuvo basado en un estudio de brotes de enfermedades transmitidas por alimentos, registrados en Río Negro durante el período 2002-2011.



La Provincia cuenta con seis coordinaciones regionales de Salud Ambiental y tres laboratorios regionales para el análisis de alimentos, ubicados en Viedma, Villa Regina y Cinco Saltos.



En la provincia de Río Negro, las actividades de Vigilancia Alimentaria ejecutadas por el Departamento de Protección de Alimentos, que depende de la Coordinación Provincial de Salud Ambiental, incluyen la investigación y análisis de brotes de ETA ocurridos en la provincia, la promoción y la coordinación de actividades de control, según riesgo e incidencia.



Desde el año 1993 se dispone de una base de datos de brotes de enfermedades de transmisión alimentaria notificados e investigados en todas las zonas de la provincia.



Un análisis particular de los agentes causantes de brotes, de acuerdo al lugar de preparación de alimentos, demuestra que el mayor número de casos y brotes se produce en las viviendas familiares, teniendo su origen en la inadecuada manipulación de los alimentos y a la falta de higiene en su elaboración.



De los estudios realizados, la Salmonella es el agente causal más frecuente hallado en nuestro medio. En la Salmonelosis, tal es el nombre de la enfermedad que produce, los síntomas comienzan generalmente entre las 12 a 72 horas luego de ingerido el alimento y los síntomas principales son fuertes dolores abdominales, diarrea, vómitos, cefaleas y fiebre.



Los alimentos implicados en estos casos, habitualmente son carne, pollo, huevos o alimentos elaborados con este producto, como postres, helados y mayonesa.



Cabe destacar que los factores de riesgo identificados principalmente radican en fallas en la manipulación de los alimentos, tales como una cocción insuficiente, tiempos prolongados entre la elaboración, conservación a temperaturas inapropiadas y consumo.



En el caso del Botulismo se produce generalmente por conservas de elaboración y comercialización (escabeches y conservas en aceite de pescados y mariscos, vizcacha, jabalí, de morrones, vegetales) de origen vegetal, cárnicas y de pescado que no han sido esterilizadas adecuadamente, o con poca acidez.



Sobre estos aspectos el Ministerio de Salud efectuó una serie de recomendaciones para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos.



Destaca entre ellas el lavarse cuidadosamente las manos con agua caliente y jabón: antes de preparar alimentos y comer; después de haber ido al baño, cambiado pañales o acariciado mascotas; entre la manipulación de los alimentos crudos y cocidos o listos para su consumo.



Asimismo sugiere cocinar bien las carnes especialmente carne picada, hamburguesas, chorizos, que no queden partes jugosas o rosadas, especialmente aquellas destinadas a los niños y ancianos. Una cocción adecuada elimina a la bacteria.



También recomienda no consumir leche sin pasteurizar; mantener las carnes refrigeradas y separadas del resto de los alimentos.



Después de manipular alimentos crudos debe lavar con abundante agua caliente y jabón sus manos, mesadas, utensilios, trapos rejillas, etc.



También señala la necesidad de evitar que entren en contacto alimentos cocidos con crudos y usar recipientes y utensilios diferentes (fuentes, cuchillas y tablas de cortar), para manipular alimentos crudos y cocidos, o bien, lavarlos minuciosamente entre uso y uso.



Señala que si se compra carne picada, prefiera la que fue procesada en el momento, y consumirla a la brevedad, recordando que este producto se altera más rápido que un trozo de carne entera.



Recomienda no dejar enfriar los alimentos cocidos a temperatura ambiente, y si colocarlos en heladera lo antes posible y lavar las frutas y verduras minuciosamente, especialmente las que se consumen crudas.



También marca la necesidad de utilizar de agua potable para beber, cocinar y lavar. De no contar con ella, potabilizarla hirviéndola durante 5 minutos o agregándole 2 gotas de lavandina por litro, dejándola reposar media hora antes de su uso.



Finalmente y ante la aparición de síntomas de intoxicación alimentaria concurrir al centro de salud más cercano a su domicilio.



Fuente: Sec. de Información y Coordinación

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