EQUINOCOCÓSICAMENTE
(Un intento de narrar la historia del Programa de
Control de Hidatidosis de Río Negro, en carne viva)
Recopiación y textos : Carlos “Cali” Mercapide.
A manera de
introducción y para ir entrando en el tema.
En gran parte, la historia de la Equinococosis o
hidatidosis, o como es su nombre oficial ahora Equinococosis Quística, en nuestro país y el mundo entero está
relatada y pormenorizada con minucia y detalles en los textos clásicos que
constan en la amplia bibliografía nacional y podemos agregar del Río de La
Plata por el aporte uruguayo (tan valioso) e internacional, y también en un
sinnúmero de trabajos específicos de investigación sobre el tema de esta
zoonosis parasitaria, que nos movilizó y nos moviliza, por sus múltiples
causales, para sobrevivir, resistir y mantenerse presente en el medio ambiente
que habitamos, y en el ejercicio de nuestras variadas profesiones.
En esta reseña intentaremos darle forma a los
pormenores concretamente, ceñidos a documentación recogida y a nuestras
memorias personales, las cuales seguramente serán tema de reyertas (muchas
veces facón en mano) entre los protagonistas, y desde luego a correcciones o
agregados, y hasta de anécdotas que ilustren con vivencias, como cuando alguien
se preguntó o le cuestionó a otro en su trabajo: ¿Por qué no tenemos un
programa de vigilancia o control de la Hidatidosis en la Provincia de Río
Negro?
Este pretende, y sin dudas lo es, un relato de los
protagonistas, así que, sin más vueltas, desensille aparcero y avancemos, entre
mate y mate, como lo hicimos por esos caminos de ripio montados en un vehículo
de Salud Pública tantas veces.
1) Historia muy antigua
“Cuando el
hígado lleno de agua se rompe en el epiplón, el vientre se llena de esta agua y
los enfermos sucumben.” esta descripción de la hidatidosis consta en las
Obras Completas de Hipócrates (o Tratados Hipocráticos) Médico nacido en la
Isla de Cos – Grecia en el 460 – fallece en Tesalia en el año 370 antes de
Cristo.
Luego “hay un
largo camino a recorrer, muchacha” dice la propaganda de cigarrillos Virginia
Slims hasta llegar al siglo XIX, y sigo.
La idea básica por donde avanzar de quienes estaban
en el tema, era seguir los postulados ya consagrados científicamente y en la
práctica por el médico clínico y biólogo francés Félix Dévé (1872 – 1951)
sobre la profilaxis de la hidatidosis, definiendo el ciclo completo del
parasito y buscando las formas de interrumpir o anularlo el complejo ciclo del
parasito. Así, Don Felix proponía:
1) Curar
los perros de teniasis y destruir sus materias fecales infestantes.
2)
Evitar que los perros se enfermen destruyendo las
vísceras parasitadas.
3)
Impedir que los niños jueguen con los perros
parasitados por
que el contacto directo es, sin duda, el más
frecuente.
4) Higienizar
cuidadosamente el agua y las verduras provenientes de los focos infectados.
5)
Evitar que los niños ingieran alimentos contaminados.
Estamos hablando de las décadas finales del siglo
XIX y los comienzos del XX. Axiomas tan simples en apariencia y que aún siguen
vigentes. Exigen fundamentalmente formación y educación, gastos en
infraestructura de instalaciones, laboratorios, mataderos, médicos,
veterinarios y además medicamentos (se comenzó a utilizar para librar al perro
de las tenias que se le amontonan en su intestino delgado el bromhidrato de arecolina y
posteriormente a su efecto destruir o enterrar las materias fecales que las
contienen y a los huevos que resisten la desecación y la humedad por largos
periodos.
Los enunciados son fáciles, pero por estas tierras,
en estos interminables horizontes camperos, en esas estepas que parecen que no
van a terminar nunca, muchas veces las cosas más sencillas son las más
difíciles de plasmar y para muestra sobra un botón, paisano.
Estamos en el siglo XXI y el bicho sigue vivito y
coleando, mientras lo seguimos corriendo de atrás, con algunos éxitos, pero sin
poderlo eliminar definitivamente.
En la Argentina entre otras cosas se legisló sobre
el tema, se hizo una Ley de Profilaxis Obligatoria de la Hidatidosis, la Ley N°
12.732 con fecha del 29 de septiembre de 1941 durante la Presidencia de Rubén María Ortiz (1938-1942) quien
llegó al gobierno con el apoyo del Partido Conservador, en elecciones manchadas
por múltiples denuncias de fraude, que se hicieron sentir en todo el país y
después duró poco, no terminó su mandato por problemas de su salud. Pero nos dejó
una nunca cumplida Ley. Pionera en el mundo. La ponemos completa en los anexos.
Como podrá documentarse en el texto de esta Ley, la
ejecución dependía de la burocracia del Departamento Nacional de Higiene,
organismo del Ministerio del Interior, debido a que no existía hasta el momento
un Ministerio de Salud Pública de la Nación.
Para esas épocas aparece un elemento nuevo., La
Asociación Internacional de Hidatidología (AIH) se funda el 21 de
septiembre de 1941, en reunión realizada en la ciudad de Colonia del Sacramento
(Uruguay) en la primera conferencia sudamericana de lucha contra la hidatidosis
integrada por médicos y veterinarios de Argentina, Brasil y Uruguay. Esta
asociación, desde entonces, empuja a los gobiernos para hacer algo en el tema.
Esto define el problema con claridad, y casi, podríamos datarlo en el siglo
XXI, sin grandes cambios.
Agrego este informe de referencia de esa época (1943)
realizado por el médico veterinario
Martín Mendy, quién sería
posteriormente y durante muchos años el Secretario General de la AIH (desde1969
a 1998). Como vemos en el informe don Mendy, es el responsable del primer
intento de control de la hidatidosis en Rio Negro, desde sus campañas de
saneamiento de la Patagonia, allá en los años 40.
Es un documento de gran valor pues es la primera
campaña y la primera descripción epidemiológica de la hidatidosis en nuestra
región-
Don Raul Mendy
PROFILAXIS DE LA HIDATIDOSIS EN LA REPÚBLICA
ARGENTINA
Por los Dres. CARLOS A. CRIVELLARI Y RAÚL
MARTÍN MENDY
Secretario
General de Sanidad del Ministerio de Salud Pública de la Nación y Jefe
Divisional de Profilaxis del Ministerio de Agricultura de la Nación,
respectivamente.
En
cumplimiento de lo dispuesto por la Ley Nacional No 12,732 de Profilaxis
Obligatoria de la Hidatidosis, la campaña de erradicación de esta zoonosis fue
iniciada en la República Argentina en armónica acción por la Secretaria de
Salud Pública de la Nación y el Ministerio de Agricultura de la Nación.
Esta
campaña tuvo su comienzo en una de las regiones más agrestes del territorio
argentino, bien conocida con el nombre de “Patagonia” y sobre la base de los
estudios previos realizados a partir del año 1943, cuyos resultados fueron
comunicados por uno de nosotros al 1er. Congreso de Medicina Veterinaria de la
Provincia de Buenos Aires. En este Congreso se comunicó la zona de infestación
hidática en la República Argentina, con una región sur intermedia limitada por
Comodoro Rivadavia, Lago Fontana y Trelew; destacando la urgencia de comenzar
cuanto antes la campaña por el Territorio del Chubut, pues lo estudios de las
infestaciones parasitarias realizados en la Patagonia, evidenciaban que las
condiciones ecológicas del medio eran susceptibles de permitir la extensión de
la hidatidosis hasta el Territorio de Tierra del Fuego. (Estudios vinculados a
la parasitación de los perros con la ténia hidatigena y a la gran infestación
de lanares con Cysticercus).
Por
otra parte, las observaciones epidemiológicas han permitido establecer tres
focos principales de infestación hidática, los cuales guardan estrecha relación
con la infestación animal, y en forma especial con la especie lanar, en donde
hemos podido observar hasta el 100% de infestación en muchas tropas controladas
que procedan de la precordillera de Los Andes en los Territorios de Neuquén,
Río Negro y Chubut.
La
campaña de profilaxis de la hidatidosis en la Patagonia se realizó después de
una intensa divulgación popular y escolar. Se movilizaron para ello equipos
sonoros de cine; se pronunciaron conferencias radiales de, carácter popular,
propaladas por las radioemisoras locales de Comodoro Rivadavia y Bariloche, y
en las escuelas se distribuyó con muy buenos resultados, el texto escolar del
que es autor el Profesor Velarde Pérez Fontana, titulado “Cachito y Rigoleto”
(Cuento escolar con argumento de esta enfermedad).
Destacamos
el empleo de plásticos de gran valor ilustrativo que: reemplazaron a los
clásicos carteles para divulgar conocimientos básicos de la enfermedad hidática
en las conferencias de carácter popular que se pronunciaban después de las
concentraciones.
Esta
campaña patagónica se ha caracterizado por haberse realizado a base de
concentraciones de la población. Para ello se citaba a los propietarios de
perros a concurrir a un determinado lugar (establecimiento de campo, escuela,
puesto de policía, negocio, etc.), en donde se sometía a los perros al
tratamiento antiparasitario a base de bromhidrato de arecolina por vía bucal.
Para controlar, los perros se tatúan generalmente en la oreja, con tatuajes
especiales después de haber sido tratados, y se les ata a estacas durante
cuatro horas para destruir las materias fecales con los parásitos que son
rápidamente eliminados por efectos del tratamiento antiparasitario.
La
presencia de distintas especies de tenias en las materias fecales de los
perros, se aprovecha para mostrarlas a los pobladores, reavivando sus
movimientos con un poco de agua caliente. Este detalle es digno de destacar,
pues siempre ha impresionado mucho al hombre de campo una conversación simple
sobre los peligros de las tenias que parasitan los perros.
Después
de permanecer los perros atados y destruidas las materias fecales (generalmente
enterrándolas profundamente) los perros se bañan convenientemente en los
bañaderos antisárnicos de lanares o en bañaderas portátiles de lona, con
solución de creolina al 5%. Los perros así tratados son entregados a sus
propietarios con la ficha canina en la que constan todos los datos del perro,
el nombre del propietario, su documento de identidad, domicilio, etc. En la
ficha se consignan los tratamientos instituidos al perro y cuándo deben
repetirse.
Antes
de retirarse de la zona los equipos móviles dejan instalados un dispensario con
los elementos de lucha necesarios, movilidad, ayudantes, antiparasitario, etc.
Estos dispensarios han de funcionar hasta la erradicación de la enfermedad.
Se
ha tomado especial interés en la destrucción de las vísceras con bolsas de
agua, mediante el hervido o colocándolas en grandes tachos (pudrideros)
protegidos de los perros.
La
superficie cubierta por la Campaña de Profilaxis de la Patagonia comprende:
Zona Militar de Comodoro Rivadavia (Deptos. Sarmiento y Río Senguer) y
Territorio del Chubut (Deptos. Tehuelches, Languiñeo, Paso de Indios, Cushamen,
Gastre y Fetaleufú, 117.500 km2; tiempo total empleado, 114 días; cantidad de
equipos, 5; total de concentraciones realizadas, 183; total de perros sometidos
a tratamiento antiparasitario tratados con bromhidrato de arecolina, 16,095;
conferencias y proyecciones cinematográficas, 182.
Por un
añoPosteriormente a esta campaña de Don Mendy, se crea un organismo
nacional que, desde entonces, comande
las políticas sanitarias argentinas. Fue creado por el Presidente General Juan D. Perón
el 23 de mayo de 1946, por decreto Nº 14.807 del
Gobierno Nacional, y lo llamó Secretaría de Salud Pública.
Dicho decreto otorgaba jerarquía de Ministro al
nuevo Secretario y dictaminaba que sus actos serían refrendados por el
Ministerio del Interior.
El 29 de mayo se designó como Secretario de Salud a
Ramón Carrillo, el primer médico sanitarista que realizó un estudio
integral de los problemas de salud en la Argentina.
Sustanciándose en toda la geografía de nuestro país,
pero como siempre ocurrió en nuestra historia, especialmente se puso su acento
en la Provincia de Buenos Aires (la más poblada y la más rica), un programa de
profilaxis, simple, realista y al alcance de las posibilidades económicas de la
época. En busca de los resultados obtenidos en lugares remotos como Islandia
(un estado insular) y en Holanda con la erradicación de la enfermedad como
consta en la bibliografía.
Como parte del Programa se instrumentan acciones que
incluyen: la primera información popular breve y concreta sobre esta zoonosis,
sus daños y peligros (En las escuelas, en los cines y en los lugares de
concentración de público; Medicar a los perros con vermífugos (con la citada
arecolina) y destruir sus materias fecales, finalmente inutilizar (por
enterramiento o incineración) las vísceras parasitadas de la faena de ovinos
para que los perros no se infesten.
En el resto de nuestro amplio y distante territorio
nacional, especialmente a la inhóspita estepa patagónica llegaban, en forma muy esporádica, grupos
comisionados por Nación que realizaban: desparasitación de canes los huéspedes
definitivos (y carnívoros) en las ahora ya históricas “playas de arecolina”
(despertando gran interés en la población –especialmente en los dueños de los
perros- por la evacuación de grandes “gusanos” (tenias) de sus mascotas, el Echinococcus granulosus (que ese es el
nombre científico del gusano), por su escaso tamaño (apenas como un grano de
arroz pequeño pasaba desapercibido, o les era indiferente).
Se repartía bibliografía sobre información de la enfermedad a los alumnos (entre ellas el notable trabajo en forma de historieta a todo color titulada “Cachito en peligro o Cachito y Rigoleto” realizada por el Prof. Velarde Perez Fontana (cirujano uruguayo) y de la cual atesoramos un ejemplar, y esto por cursar en la década de los ’60 el colegio primario en la Escuela N° 17 de Ing. Jacobacci) , presentaciones instructivas en entidades educativas, municipios y visitas referenciales a establecimientos rurales -de crianza en gran escala de ovinos- (tengo el dato directo de una charla con el Dr. Martín Mendy de su visita veterinaria, con este objetivo, a principios de la década del ’50 a la “Estancia Huenu Luan”, en la zona cercana a la localidad de Clemente Onelli, al pie del cerro Anecón Grande, sobre la ruta nacional 23) .
2)
Los pioneros en Río Negro
Todo este panorama por su parsimonia y dilación logró,
sin buscarlo –seguramente- que ocurra en silencio, muy lentamente y sin
manifestarse clínicamente con síntomas que alarmen a los pacientes o los lleve
a la consulta médica, el ciclo completo de esta parasitosis en un gran número
de habitantes rionegrinos, su huésped accidental.
Para insidiosamente progresar aumentando de tamaño
dentro del órgano en que está alojado hasta su desborde, o su complicación, y
ahí sí, ahí decir acá estoy, no soy nada bueno y puedo llegar a matarte o
hacerte la vida muy difícil.
Todo esto a través de la sintomatología del lugar (y
aquí no se salva ningún órgano de nuestra economía) donde está alojado,
resistiendo en forma de quiste o bolsa de agua para sobrevivir y continuar
reproduciéndose.
Entonces al crecer duele, se infecta, en los
pulmones se abre a un bronquio y te hace toser, escupir liquido hidatídico y
membranas (vómica), en el hígado migra rompiendo la vía biliar, la obstruye (la
tapa) y te pone ictérico (amarillo), febril y vomitás.
El parásito enquistado y dormido por años, pero
creciendo sin que el huésped lo note, generalmente cuando menos se lo espera:
comienza a mostrarse como un monstruo (como un “Alíen, el octavo pasajero” de la película de Ridley Scott) que, te
hace sufrir, te enferma y muchas veces en su afán migrar de un órgano: te mata.
Entonces el paciente consulta (grita) a un centro de
salud u hospital más cercano, o al curandero y lo llevan a caballo o en
camilla, o arrastrándolo, y aparecíamos nosotros: los médicos cirujanos, que
teníamos el único tratamiento posible en esa época, el quirúrgico.
Y aquí comenzaba una travesía, incierta, de viajes
prolongados y opiniones médicas, generalmente por verse superada la complejidad
de la infraestructura sanitaria local, falta de medios diagnósticos modernos o
de especialistas con experiencia en las poblaciones cabeceras regionales.
Entonces se lo derivaba a centros urbanos donde se
los pueda resolver o cuenten con estos medios, en una primera época se hace
directamente a la ciudad de Buenos Aires, de ahí que la mayor experiencia de la
primera mitad del siglo XX, por su centralidad en la casuística, aparece en
publicaciones y tratados escritos por cirujanos porteños.
Entre esta gente estaba un pionero que dejo en
Ingeniero Jacobacci bases para un futuro mejor. El médico cirujano porteño
formado en el Hospital Base Pedro Fiorito
de la ciudad de Avellaneda (Pcia. De Buenos Aires), militante peronista y
desde fines de la década del ’50 radicado en ese pueblo de la Línea Sur
Rionegrina: Dr. Antonio Capellari, donde fue
director del Hospital Rogelio Cortizo
y co-fundador principal del primer Colegio Secundario de esa localidad,
posteriormente se traslada y es director del Hospital Ramón Carrillo de San Carlos de Bariloche y se radica
definitivamente en esa ciudad, quien como muchos referentes de la salud fueron
perseguidos en épocas de la dictadura militar, por buscar una medicina de
calidad para todos los rionegrinos y rionegrinas.
Por allí en un video cuanta este maestro algunas
anécdotas, tal como se las arreglaba para operar en ese entonces, asistido solo
por su esposa, enfermera, que se ocupaba de la mascarilla anestésica con éter.
También, con su vocación de servicios, recuerda que dormía con una campanita
colgando sobre la cama, conectada por un hilo a la calle, para que quien lo
buscara en la noche, pudiera despertarlo.
Generalmente solo, pero a veces se encontraban para
operar si la mano venia complicada, con otros cirujanos de otros pueblos.
Napoli de Maquinchao o Fernicola de Valcheta (que todavía era director del
hospital, cuando el programa de control empezó a funcionar).
Antonio
Capellari, de Jacobacci
Lenta e insidiosamente y no sin problemas, el país
fue cambiando con las mejoras sanitarias de esos años y se desarrollaron
centros en grandes ciudades y capitales de provincias, por lo que disminuyen
los largos periodos de ausencia del hogar de algún miembro de la familia
elegido accidentalmente por el parasito, se achica el desarraigo y el
apartamiento social de estos enfermos, generalmente habitantes de zonas rurales
lejanas y aisladas, derivados para su tratamiento.
En el icónico periodo político de los años ’70,
cuando se abren nuevos caminos para restablecer la democracia. Especialmente
con el regreso de su prolongado exilio del General Juan D. Perón a la
Argentina, y en los comicios del 11 de marzo de 1973, triunfan holgadamente los
candidatos del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), con Héctor
J. Cámpora a la Presidencia de la Nación y Mario J. Franco como Gobernador de la
Provincia de Río Negro, terminando con un largo ciclo de dictadura militar.
Una de las medidas políticas sanitarias de este
gobierno fue atraer por medio de buenos salarios para la época y adjudicación
de viviendas, profesionales médicos formados en los más grandes hospitales del
Rio de La Plata (porque hay que sumar Uruguayos), a los hospitales de las
ciudades de mayor población de la provincia, como instructores en un programa
de residencias médicas que se lo conoce como “El Plan de Salud del ‘73” donde
se socializó la medicina y se jerarquizó el hospital público.
En 1973, los referentes provinciales en el Consejo
de Salud Pública -entre ellos el pediatra barilochense José María Iglesias
quien estaba a cargo del Consejo y el Dr. Alberto Ostrovsky Director del
Hospital de Comodoro Rivadavia (Chubut)- fallecieron cuando el avión provincial
que los trasladaba se cayó en Bariloche. Alberto Pawly, en su condición de
Ministro de Asuntos Sociales, designó, entonces como Presidente del CSP a
Alberto Dal Bo.
Su proyecto, revolucionario para la época, incluyó:
1) Dedicación exclusiva de los profesionales de conducción y de una proporción
alta de los médicos del plantel. 2) Conformación de planteles según perfiles
definidos. 3) Horario extendido de atención. 4) Proyección extramuros de la
cobertura asistencial. 5) Formación de médicos según programa de residencias en
distintas especialidades. 6) Arancelamiento 7) Administración descentralizada.
Lo que se le propuso y aprobó el Gobernador de Río
Negro, Mario Franco, incluía:
Mejorar el calamitoso estado de
los hospitales, planta física y equipamiento, asegurar el manejo soberano de
los establecimientos públicos mediante profesionales con dedicación exclusiva
en cargos de conducción, terminar con el dilema de servir al mismo tiempo a dos
patrones creando el régimen de dedicación exclusiva. Habilitar horarios
vespertinos de atención. 4) Formar médicos en sistema de residencia. Adoptar
las medidas necesarias para procurar el pago, por parte de las obras sociales,
de las prestaciones brindadas a sus beneficiarios. Modificar la integración del
Consejo de Salud incorporando representantes de la comunidad en el Consejo.
El proyecto fue trasformado rápidamente en ley - Ley
de Salud 898/73.
Entre otros logros, el presupuesto de salud se
duplicó, se concretaron programas para grupos vulnerables, se modernizaron y
aumentaron los servicios en áreas marginales, se compraron equipos y
ambulancias, se mejoraron y ampliaron instalaciones edilicias y se replanteó la
relación médico-hospital.
Estos profesionales de la salud se transformaron en
los primeros líderes objetivos del control de la Hidatidosis en la provincia, y
ganaron fama a nivel nacional e incluso mundial por sus trabajos y
presentaciones, por su experiencia y habilidades en la cirugía de esta
parasitosis en esa época, por el gran volumen de pacientes que trataban y lo
complicado de los casos. Parece que esto moviliza a los gobernantes para
impulsar la creación alguna vez de un Programa de
Control.
Ahí llegó un grupo importante de especialistas a Rio
Negro, que ingresaron por concurso libre y abierto, y de médicos recién
recibidos a formarse con ellos, que con el tiempo se fueron aquerenciando de
estos lares y eligieron –algunos- definitivamente estas tierras para
desarrollar su profesión y vivir.
3)
Cuando la
Hidatidosis fue patrimonio de los cirujanos rionegrinos
Con la estrategia política del plan de salud llegaron
por ejemplo al Hospital Interzonal “Artémides
Zatti” de Viedma con la experiencia quirúrgica y conocimientos en
hidatidosis de la Escuela Uruguaya, el Dr Luis Iriondo, cirujano joven y de
gran cultura general, de quién según dicen las malas lenguas, militante activo
Tupamaro perseguido en su país, que dio escuela junto a Carlos Ledesma
(Rosarino, formado en el Hospital
Granadero Baigorria de esa ciudad).
Y especialmente al rionegrino –nacido en San Antonio Oeste- Rubén D. Giménez, quién se desempeñó luego como Jefe del Servicio de Cirugía hasta dejar el hospital público a mediados de la década de 1990, que aún perdura su recuerdo en las generaciones posteriores de cirujanos del Zatti, entre quienes me incluyo. Fue en su carrera política Legislador provincial electo por el Partido Justicialista, representando al circuito del Valle Inferior de Río Negro.
Dr. Rubén D.
Giménez
Al hospital de Bariloche llega como instructor de
residentes un joven Dr. Martín Odriozola, cirujano porteño con un periodo de su
formación realizado en Washington (USA), y que dejaría marcas importantes en la
historia de la hidatidosis en Rio Negro, incluyendo un Relato Oficial sobre Hidatidosis
efectuado en el Congreso Argentino de Cirugía.
Otro símbolo de época. (Final de la Maniobra de Benzo
– Armand Ugón en un quiste hidatídico pulmonar)
Tras el golpe militar del 24 de
marzo de 1976, una solicitada de la Federación de Clínicas y Sanatorios de Río
Negro afirmaba que “el Estado no es
eficiente en la rama asistencial, por lo que debe estar básicamente reservado
al sector privado (…) las obras sociales deben derivarse a la actividad privada
porque su costo resulta más bajo que el que tendrían en el ámbito estatal”.
La afectación a los intereses privados llevó a
desacreditar el plan con la excusa de que los profesionales eran subversivos,
que el sistema se había burocratizado en exceso y que las estructuras
hospitalarias estaban sobredimensionadas. Fue motivo suficiente para hacerlo
desaparecer sin que faltaran las amenaza y atentados contra sus principales
referentes. Es decir el antiguo pero eficaz obrar de la derecha oligárquica
nacional.
Acá paro con este tema que da como para hacer un
libro completo sobre sanitarismo, pero nuestro rumbo en este texto es la
hidatidosis. Con muy pocas vestiduras académicas, pero ingresándola por la
narrativa cotidiana que fue el ritmo apacible de lo que a la larga es el
resultado.
4) El Programa DE CONTROL (sus inicios)
En plena ejecución de ese plan criminal que fue la
dictadura militar, en 1978, con el mundial de fútbol sonando en sus oídos. Un
porteño recién egresado de la Facultad de Veterinaria de la UBA, ansioso por
dejar la cada vez más insegura “Reina del Plata” hace sus valijas y se “pianta”
hacia el Sur, hacia el frío y hacia el viento, en busca de horizontes con menos
edificios.
Es Edmundo Larrieu, “El flaco Eddy” el
que arriba, como buen porteño, sin tener idea ni del campo rionegrino ni de la
hidatidosis, ni de cómo encarar un chivo en su asador con el cuchillo en la
mano. Así, un Presidente del Consejo de Salud Pública de los militares, Antonio
García García, cumple dos funciones. Una es desmantelar el Plan de Salud de
Mario Franco y lo ejecuta impiadosamente, y el otro es contratar un veterinario
fugado de buenos aires (el no lo sabía) para poner en marcha un programa de
control de la hidatidosis en una época en la que el marino gobernador Bachman
visitaba el viejo matadero de Viedma y declaraba que los índices de hidatidosis
en el ganado eran tremendos, según titulaba el diario Rio Negro de esa época.
Acá hago un paréntesis para recordar un pedazo
importante de la historia y que casi nadie en Rio Negro sabe. Eddy es egresado
de la UBA y allí supo tener de Jefe de Trabajos Prácticos en la catedra de
Epidemiologia y Salud Publica a un tal Aníbal Franco (que años
después seria jurado de su tesis doctoral). Aníbal, peronista el, que llegara a
ser Decano de Veterinaria y Rector de la UBA, fue al primer tipo al que Eddy
fue a ver, medio desesperado por su nuevo rol. Recordaba de sus clases que
Anibal había estado como veterinario en salud pública de Rio Negro en las
epocas de la anterior dictadura militar. La de Ongania y Lanusse. Algo había
contado en clase de las arecolinas que supo hacer y de los cientos de estudios
con la intradermorreacción de Cassoni que eran de uso en aquellos días. Aníbal
le dio un par de consejos y su tarjeta y lo mando al Centro Panamericano de
Zoonosis. De lo importante que fue ese consejo, que le cambio la vida,
hablaremos en un rato.
Anibal
Franco
No sabía entonces el flaco, que junto a un grupo
multidisciplinario numeroso y heterogéneo que se fue trasformando poco a poco
casi en una hermandad- dejarían una profunda cicatriz o marcada de cancha
sanitaria, en una enfermedad endémica que azota grandes territorios de la
patria.
Todo lo que comienza a existir tiene una causa, y se
puede llegar a ella generalmente por la experiencia científica. Edwin Hubble
(USA) a principios del siglo XX descubre el desplazamiento del universo, a
través de sus observaciones y fotografías astronómicas.
Es una ley de la física que establece que el
corrimiento al rojo de una galaxia es proporcional a la distancia a la que
está, lo que es lo mismo que, cuanto más lejos se encuentra una galaxia de
otra, más rápidamente aparenta alejarse con respecto a ella. Se considera la
primera evidencia observacional del paradigma de la expansión del universo y
actualmente sirve como una de las piezas más citadas como prueba de soporte de
la Gran Explosión.
Ahí se gesta la idea que al expandirse debe tener un
comienzo, una causa, que en algún lugar empezó. Y aparece la “Teoría
del Big Bang” del inicio, de la gran explosión y hasta se pueden
realizar cálculos que ocurrió hace 13.978 millones de años.
El primer ladero es otro flaco, Roberto Lester, un
técnico en saneamiento recién llegado de Mendoza, de vestir prolijo, quien se
instala en Bariloche, en la IV Zona Sanitaria, entonces comandada por otro
prestigioso cirujano y experto en Tuberculosis e Hidatidosis, Enrique
Girón.
De izquierda
a derecha, Eddy, Enrique Girón, Roberto Lester’
Ambos, a bordo de un Torino negro destartalado y en
desuso efectúan el primer relevamiento con la bendita arecolina, desde
Bariloche a Maquinchao, visitando todos los parajes de esa Línea Sur carentes
de teléfono y toda comunicación, a excepción del radiograma policial, que, a
modo de telegrama, permitía avisar que aún estaban vivos.
La primera concentración de perros fue en El Bolsón,
organizada por una Comisión Honoraria de Lucha contra la Hidatidosis que había
armado el pueblo. Estaban un veterinario Uriarte, un farmacéutico Fabrizio y
varios más. Ninguno tenía clara idea de cómo usar la arecolina y, menos aún,
como se vería en vivo el bicho. El entonces cacique de la hidatidosis, el
neuquino Omar de Zavaleta, jefe del entonces famoso programa de Neuquén
le había dado al flaco, generosamente, alguna explicación teórica y un
frasquito de arecolina. Al final, no hubo dudas luego de varios conciliábulos.
Esa cosita blanca como grano de arroz, que se movía orgulloso era EL BICHO.
Al final, más de 700 perros estudiados, más de 700
materia fecales olidas y analizadas y un 41.5% de ellos positivos al Echinococcus granulosus. Con muchos
parásitos, analizados en el piso, sin siquiera una bandeja de fondo oscuro, lo
cual, probablemente signifique que había mucho más que 40%.
Por contar una, decía Eddy, que cierta vez en la
primera campaña, citamos para hacer arecolina a los pobladores de Rio Chico.
Cheber Bujer (Agente Sanitario)
tenía atados en la cancha de cuadreras a 152 perros, o algo así, es decir
TODOS. El día antes justo se rompió el Torino y tardaron un día en arreglarlo.
Como no conocía mucho el campo, ni a Rio Chico lo saltearon sin avisar. Un mes
después volvió, y nuevamente estaban los 152 perros y un Bujer caliente como
pipa. Se quejó con el Ministro. Lo que le dio mucha vergüenza, contaba el
flaco. De allí en más fue decenas de veces a trabajar con él. Paraba en su casa
y me quedaba dos o tres días. Se hicieron muy amigos… pero siempre a la noche
lo señalaba con el dedo y le decía:
¡Se acuerda de esa vez que me clavo con todos los
perros!.
La segunda parte de la campaña con el inefable
Torino fue para repartir carpetas de registro de canes, carnet de identidad
caninos y la nueva droga mágica, el praziquantel
(PZQ) de Laboratorios Bayer, que prometía ser un arma de destrucción masiva del
bicho. Todo el material fue a parar a manos del ejército de agentes sanitarios
de los hospitales rurales, empezando por El Bolsón, no sin antes hacer
naufragar el Torino y las carpetas, todo flotando en el momento de vadear el
arroyo Quemquemtreu.
En 1978 el Dr. Omar Thakur (de la India y amigo) del
Centro Panamericano de Zoonosis (OPS/OMS) publica su trabajo sobre la eficacia
en perros del praziquantel, la droga que incorpora el programa, con el nombre
comercial Droncit de Bayer.
En la Equinococosis es el fin de los vermífugos para
desparasitar perros (la arecolina solo quedara para diagnostico). Se comienza a
utilizar el PZQ en forma sistemática en todo el mundo y aún se lo sigue
haciendo (en nuestra provincia con 4 dosificaciones al año, tratando de que
estas se realicen por el agente sanitario “en boca del perro” o sea observación
directa de que el animal se trague el comprimido)
La droga llega a manos de los agentes sanitarios de
El Bolsón hasta Maquinchao (primera etapa). Luis Vázquez y Norma Marinao
de Comallo, Jose Barria de El Manso,
Jose Mesa y Carlos Novillo de El Bolsón, Sonia Caceres y Telesfora
Pichilef de Maquinchao, Maria Alvarito de El Caín,
Cheber Bujer en Rio Chico, Pepino Romero y Juanita
Palacios en Ñorquinco, Graciela Ocare en Pilcaniyeu, Sergio
Antehuil y Mita Montes en Ingeniero Jacobacci, Anselma Millalanco en
Clemente Onelli, Julio Marmol en
Pilquiniyeu del Limay y Mencue, y otros 50 o 60 gladiadores rurales (imposible
citar a todos, perdón por ello) comenzaron a distribuir casa por casa, perro
por perro y campo por campo, la droga milagrosa. Años después, con la segunda
etapa, arrancan en Ramos Mexia y Sierra Colorada las hermanas Pichon (Maria y Mirta), Olga Ardens en Valcheta, Luis
Melinger en Los Menucos…..y más.
Dolores Catalán, Graciela Galván, Guillermo Romero, No
me acuerdo. Algunos de los históricos agentes sanitarios
Equipo de agentes sanitarios del Hospital de Ingeniero
Jacobacci.
Dibujo del Maestro “Chingolo” Casalla,
al que le agregué un dialogo para mostrarlo en las charlas sobre el tratamiento.
Después llego el progreso, el patético Torino dejo
el lugar a un antiguo Rastrojero azul, lo que ahora llaman una SUV, siempre con
el flaco Larrieu al volante, con el que mes a mes se visitaban parajes y se
recorría casa por casa para evaluar la marcha del programa, hacer playas de
arecolina y educación en las escuelas. Famoso el Rastrojero en las playas de
arecolina, los perros lo veían y ya sabían que de alguna manera iban a cagar.
Alguna botella de ginebra Bols en la
guantera no faltaba, para alegría del paisanaje que había llevado los perros a
la canina concentración.
El programa se sustentó en un marco legal (ver
anexos) dado por el Decreto Provincial 980/78, que aprobó el programa, la
Resolución Ministerial 486/79 que lo declaro de interés provincial y la
Resolución 775/80 que aprobó el organigrama del programa (entre paréntesis, ese organigrama fue el
inicio de las escaramuzas con las Zonas Sanitarias pues ponía a depender del
programa a personal del interior del país, génesis posteriormente de una
organización llamada salud ambiental)
Por acá, me acuerdo, me contaron, el PZQ era
propiedad de los alemanes de Bayer, y lo hacían valer. 100.000 dólares al año
se gastaba el Ministerio de Salud en pastillitas para los perros. Incluso una
que Bayer le hacía especialmente al programa y que era grandota, con gusto a
leche, y los perros se la comían encantados, sin paté de por medio. Es
interesante saber que la Provincia pasó muchas crisis económicas, al punto que
nos pagaban el sueldo con papelitos pintados llamados LECOP, pero nunca
faltaron pastillitas para los perros en 40 años del programa.
Aclarando algo más para los desprevenidos y haciendo
de biógrafo, alguna vez el flaco Larrieu, siempre Eddy para los
amigos y que no es más flaco, diremos que además de pensar, escribir, impulsar
y empujar el programa durante 40 años, es docente de las Facultades de
Veterinaria de la UN La Pampa y 1984 de la novel Carrera de Veterinaria de la
UN Rio Negro.
En su larga trayectoria en el Ministerio (sin
abandonar nunca el programa hidatidosis) fue Coordinador de Salud Ambiental,
Director de Programas de Salud y, terminado su carrera como Subsecretario de
Políticas de Salud en el peronista Gobierno del Gringo Soria, acorde a su
histórica militancia política.
Tiene más de 60 trabajos científicos llevan su
firma, en las principales revistas de todo el mundo, conferencias dadas desde
China a Argelia, desde Italia a Inglaterra y en todos los países de América que
padecen la hidatidosis.
Con algunos premios que son perlas en su carrera:
Premio “José Jorge” 1984 de la Academia Nacional de Medicina de la República
Argentina junto a Martin Odriozola; Premio “Bonorino Udaondo” 1984 de la
Sociedad Argentina de Gastroenterología junto a Bernardo Frider; Premio
“Colegio Veterinario Provincia de Córdoba” en 1986; Premio “Roberto Vacarezza”
de la Academia Nacional de Medicina de la República Argentina 1986 junto a
Bernardo Frider; Distinción “Cave Canem”, Asociación Internacional de Hidatiología
en 1986; Premio “Roberto Vacarezza”, de la Academia Nacional de Medicina de la
República Argentina de 1991 junto a Eduardo Guarnera, Sergio Moguilansky y
Emilio Coltorti del Centro Panamericano de Zoonosis (después les cuento de
estos personajes) y en forma destacada, el Premio “Laboratorio Bayer” de la
Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria de la República Argentina a la
trayectoria profesional en 1999.
Como vemos, siempre formando equipo, con los mejores.
5) Salud Ambiental Zona Andina (Ex maternidad de
Bariloche, edificio histórico) o el cuartel general del programa
Para la época del comienzo del programa había un
edificio ya histórico en Bariloche. Ex maternidad, en ese momento oficiaba como
alojamiento de residentes. Nos comenta un médico ex residente de medicina
general, Barabino, del DAPA Bariloche, que eran épocas duras y
que pasaban frío por la escasez de calefacción y también por la falta de
vidrios en algunas ventanas, la que ocupaba él es la que da contra el sector
oeste de la vivienda, siendo la más afectada por el viento y él para frenar el
impacto del mismo había puesto una placa radiográfica como vidrio.
Dicha placa era de pulmón entonces parecía que ese
pulmón respiraba al ritmo del viento.
La Casona fue en esa época centro de grandes
guitarreadas. Luego paso a ser la sede de la Cuarta Zona Sanitaria y, de alguna
forma, fue siempre el centro geográfico del programa. Viedma estaba lejos y era
el referente zonal el que podía atender más rápido las necesidades de los
hospitales. Primero Lester. Luego los pampeanos, como explicamos más adelante,
con Gustavo
Cantoni como el “Führer” de salud ambiental durante muchos años. Finalmente, la guerra entre las zonas
sanitarias y salud ambiental e hidatidosis se volcó hacia estos.
Las Zonas desaparecieron y la Casona paso a ser la
sede de Salud Ambiental y del Laboratorio de Zoonosis.
La Casona
ubicada en la Calle Villegas al 447, entre Elflein y Gallardo
Foto
panorámica de Bariloche, la Ex Maternidad arriba (foto Seijo 1945)
6) Vamos Creciendo Amasando Sangre y mierda. Los Sistemas
de Vigilancia
El programa, que comenzaba a vender resultados, se
fue ampliando en su geografía y incorporando más personal de campo. La llamada
legión correntina, que empezó con Primitivo Vallejos instalado en Los
Menucos, a bordo del……. Torino negro que termino su vida con el tren delantero
arrancado en El Chaiful (en la que por mucho tiempo se recordó a la piedra cómo
“de Primitivo”). Después Alberto Aquino llego a Valcheta, y
finalmente Reinaldo “El cabezón” De La Fuente cubre la ida de Primitivo en
Los Menucos, aunque luego se muda a Bariloche y desde allí da un fuerte impulso
a las actividades de campo.
.
El chino
Aquino y una playa de arecolina de esos años. Flojitos de equipo de protección
Una playa muy famosa en el albergue de Yuquiche (se
les decía playa, pero era una concentración de perros atados a unas estacas en
medio de algún páramo, se les imponía una purga y media hora después, largaban
todo lo que tenían en las tripas, incluyendo los equinococos y unas enormes
tenias inofensivas pero espectaculares).
Fue famosa porque la hice yo, ¡un cirujano! (entre
otros), ayudado por un veterinario (Gabriel Talmón). Cuenta una leyenda
no comprobada que el peinado casi engominado que luzco es producto de meter la
cabeza en un fuentón de agua helada, tratando de espantar los restos etílicos
de una prolongada noche de asado y guitarra en Ñorquincó. No creo que sea cierto y además andaba de
chofer Miguelito Cafre.
El paisano mira preocupado como le gatillo arecolina a
su perro, mientras Gaby Talmón lo sujeta.
Desde 1986 con la llegada de la democracia, llegan
nuevos impulsos con la incorporación de una generación valiosa de médicos
rurales a los hospitales de la línea sur (Martinez en Comallo, Gustavo
Andreani
en Ñorquincó, por ejemplo) y, también el programa comienza con la paridad de
género e ingresa en Ingeniero Jacobacci una joven y brillante veterinaria, María
Teresa Costa.
En esos años cumple un rol evangelizador el entonces
famoso Centro Panamericano de Zoonosis de la Organización Panamericana de la
Salud. Desde su sede de Buenos Aires comienzan a visitar y recorrer la
provincia sus científicos y consultores.
Foto símbolo
de época. Que recuerde el nombre, a la izquierda Cheber Bujer, un par de
paisanos, sobresaliendo por alto Eduardo Guarnera, Elmer Escobar (Director del
Centro Panamericano de Zoonosis), con sombrero Gustavo Andreani, Maria Teresa
Costa y Elba, agente sanitario, el
flaco, el chino, creo que Barbuto de Nación y a la derecha el quique Prezioso también del CEPANZO.
Párrafo para un hindú bajito y morocho, Amar Singh Thakur, incansable viajero
junto a su ladero el Quique Prezioso. Playas de
Arecolina, visitas analizando el programa, inclemencias del tiempo, nieves e
inundaciones. Siempre afable y dispuesto a pecar ingiriendo abundantes asados
de vaca prohibida, cerdo o…potro encubierto (El Caín, septiembre 1988, Playa de
Arecolina. Thakur, Guarnera, Agente Sanitarios María Alvarito y Telesfora
Pichilef, Eddy y María Teresa. Creo también andaba el cabezón De La Fuente. Una
amable señora los invita a su casa, a almorzar a eso de las 3 de la tarde, capón
y milanesas. Amar y Guarnera prefirieron
milanesas... eran de potro, lo supieron después).
Poble Thakur, con Quique Prezioso, Clemente Onelli,
julio 1989: Otra playa de Arecolina... con
- Diez grados bajo cero y mucho viento, hasta la caca se congelaba. En
el Puesto sanitario, Thakur pedía: agua caliente para beber.
Cuentan los de entonces que en cierto viaje casi
deja sus huesos para siempre en Rio Negro. Un sarampión de aquellos (en un
adulto) y una derivación urgente a Buenos Aires. Pero siempre volvía.
Amar Thakur
y su esposa
Para
ponerle números a esos esfuerzos, entre 1979 y 2002 se le aplicó el TEST
ARECOLINA a
22.300
perros, todos cagaron, se comprobó que bajó la parasitosis de 41% al 5.2%
Años después, en el 2003, prácticamente el programa
dejo de hacer arecolina para ver cuántos perros había parasitados y muto a una
tecnología más moderna, desarrollada por un gringo inglés (Philipe Craig) y ajustada
por Eduardo
Guarnera (dentro de un rato contamos quien es). Ahora no había que
desfondar perros para ver los parásitos. Se juntaba un poco de mierda del
suelo, en el campo o en la casa, y al laboratorio de Alicia Pérez (También
después te cuento quien era) para un ELISA.
Marcela
Volpe juntando materia fecal en una estancia
En todo caso, arecolina o coproelisa, siempre fue un
trabajo de mierda.
Para
más números de un trabajo formidable, con el test de COPROANTIGENO, entre 2002
y
2019 se visitaron 780 campos, a veces en
lugares insólitos e inaccesibles, donde se juntaron 1780 muestras para el
Laboratorio, con una prevalencia de campos con perros positivos de 15.7% a
12.5%.
Echinococcus
granulosus en materia fecal de perro.
Esta fotografía da para contar la anécdota, un día
lluvioso de invierno, con temperaturas bajo cero, al veterinario Jefe se le
ocurre hacer una pasada de arecolina a los perros del casco de la Estancia
Benettón en Pilcaniyeu. Estábamos los dos solos y el clima no daba ni para
bajarse de la camioneta. Pero le pusimos huevo por que habían juntado 6 o 7
perros que estaban atados a un alambrado en ese establecimiento tan bacán.
- ¡Yo… saco fotos le dije!
Se puso el mameluco, arecolineamos los pichichos
y…una de las rápida deposiciones diarreicas que se obtuvieron tenía EG a pasto.
Eddy contento, porque la idea era conseguir parásitos “frescos” para mandar al
Malbrán, cantaba un tema de Violeta Parra (bajo la lluvia y revolviendo mierda)
–Gracias a la vida…que me ha dado
taaaantoo!
El que está atado en el poste es “El Falucho” (dueño
de la cagada) haciéndose el gil, y los que observan son el Encargado y el
Veterinario Jefe de la Estancia…puteandoló.
Aunque también había un trabajo sangriento, pero de
solo un pinchazo en un dedo.
Profanaríamos la historia sin tener un párrafo
especial para dos súper científicos, Víctor Varela Diaz y Emilio
Coltorti, inventores de la inmunología moderna, la DD5 y el ELISA,
promotores del diagnóstico precoz, cuando el quiste aun es silencioso y no ha
provocado síntomas, promueven campañas de búsqueda activa, catastros
serológicos que le dicen, que se efectúan de a miles por año en la línea sur,
llevando al programa a crear sus propios laboratorios y a incorporar
bioquímicos al campo.
Marta Medina (fundadora del
Laboratorio de Zoonosis de Bariloche) Frida Vargas y Nelsy Gimenez en
Bariloche, Ana Maria Agüero inicialmente desde Los Menucos, Alicia
Perez inicialmente desde Valcheta (ambas luego en Bariloche, Alicia en
particular una ponchada de años). Lluvia de sangre y masivos diagnósticos de
quistes pequeños que permiten a los cirujanos empezar a operar pacientes casi
sanos que en lugar de estar 30 días internados pasan a estarlo una semana, y la
gente dejo de morirse por culpa de la hidatidosis.
Los “nuevos
casos”, otra imagen. Otro pronostico
Si la llegada del praziquantel fue la
primera revolución, la DD5 fue la segunda. Ya nada era igual. El Laboratorio de
Zoonosis de Bariloche, así, cumple en esos años un rol central en las políticas
de diagnóstico precoz y oportuno, cambiando el estatus de los pacientes. Ahora los quistes eran de menos de 10 cm. La cirugía
era más fácil y segura.
De izquierda a derecha Marta Medina, Víctor Varela
Diaz y el todavía flaco Larrieu en la Academia Nacional de Medicina, premio
ganado.
Acá también traemos a la memoria a otro visitante,
degustador involuntario de asados de potro y de milanesas de avestruz, que
veremos un poco más adelante que genero sin proponérselo la unión que hizo
explotar las imágenes, aunque él era de la escuela de la inmunología. Eduardo
Guarnera, del Instituto Malbrán, Otro viajero incansable, incluso (una
vez) en camión repartidor de querosén, que ayudo en la titánica tarea de
impulsar la dd5 y el ELISA y que, además, con papelitos llamados elutorios, logró en esos años que las
maestras rurales sacaran sangre a los chicos con una punción pequeña en el dedo
anular.
También la historia cuenta que cada llegada de
Eduardo a la Provincia significaba tratar de hacer estudios elementales, raros
ó raritos. Desde pasarles una aspiradora a los perros que iban a una playa de
arecolina para aspirar huevos del equinococos que podían alojarse en el pelaje
o hacer que el chofer recorra un pueblo con un papel “contact” (esos que un lado es adhesivo, para forrar) en la
parrilla delantera de la camioneta para capturar los huevos “voladores”
(buscando afirmar la teoría, de que los quistes de localización pulmonar
ingresaban al organismo por vía aérea).
Más recolectar y pedir a los cirujanos vísceras de
todo tipo y membranas germinativas (en alcohol al 70%) para los incipientes
estudios de biología molecular (le enviamos como para hacer dulce).
Eduardo
Guarnera, entonces esbelto.
Los papelitos que hicieron historia
El
esfuerzo fue también descomunal para lograr diagnósticos precoces. Para hacer
DD5 o ELISA se obtuvieron de chicos 48.826 MUESTRAS DE SANGRE entre 1978 y
1997.
Bajando la infección con DD5 de 2.5% a 0% y
con ELISA, más sensible, estábamos al final en el 1.2%
Dra. Alicia Pérez
en el Laboratorio de Zoonosis de Bariloche
A partir del Congreso de Bariloche en 1999 y de
conocer la experiencia del Alberto Nieto, Inmunólogo uruguayo, Antonio
Gatti (un muchacho un poco osco, pero buen amigo y compañero de viajes)
viaja a la República Oriental y se entrena con él, en la determinación de
Antígeno Circulante. Lo utilizamos con muy buenos resultados para cuantificar
la evolución de tratamientos en el Hospital Artémides Zatti de Viedma
Además, Antonio, puso a funcionar un Laboratorio de
Zoonosis en la Zona Atlántica (ahora el programa tenía 2 lugares de diagnóstico),
donde, además de sostener el diagnostico humano desarrollo un Elisa para
diagnóstico de la equinococosis en ovinos. Al final Antonio se jubiló bien
entrado el siglo XXI, después…silencio de radio.
7) La revolución de las imágenes, llega el Ruso Frider
Observando fotografías antiguas, quizá con nostalgia
veo esta: donde están Eddy y el Ruso Frider muy jóvenes, con look
setentista (me dicen que en la estancia Pilcañeu, ahora propiedad de Benettón
Hermanos) y relaciono esto al comienzo del universo, con esa juntada que dio el
puntapié inicial para que posteriormente fuéramos pensando y desarrollando este
Programa de Control de la Hidatidosis. Que sin pretenderlo se expande por el
mundo entero.
Casualidades de la vida, se conocieron en Buenos
Aires en un curso en el Instituto Malbrán, organizado por Eduardo Guarnera (Jefe
del Servicio de Parasitología). Uno hablaba de los catastros serológicos y la
búsqueda activa y el otro tenía un ecógrafo nuevito, portátil y muchas ideas.
Bernardo Frider era egresado de la
Facultad de Medicina de la UBA Universidad de Buenos
Aires y Especialista en Medicina Interna y en
Gastroenterología. Se desempeñó como Jefe de División de Clínica Médica en el
hospital Dr. Cosme Argerich (Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
hasta marzo de 2006 en que ganó el Concurso como Jefe del Departamento de
Medicina del mismo Hospital. Creó la Sección Hepatología que está a su cargo.
Efectuó diversos cursos relacionados a Medicina Interna, Gastroenterología,
Hepatología y Ultrasonografía.
Cursó el de especialista de la Sociedad Argentina de
Gastroenterología en 1968, sobre Técnicas de Ultrasonido, en Miami, Florida y
en el Baptist Medical Center. Jacksonville,
-EEUU. y en la Bowman School of Medicine of Wake Forest University en 1980.
Dictó conferencias sobre Hidatidosis en diferentes
Congresos Nacionales y Extranjeros de Radiología, Ultrasonografía,
Gastroenterología y Hepatología. Presentó más de 120 trabajos de investigación
publicados en Revistas Nacionales (Medicina, Acta Gastronetrológica
Latinamericana, Prensa Mëdica Argentina) y Extranjeras (Journal of Hepatology,
Gastroenterology, Hepatology, Acta Trópica,
Parasitology, Liver Internatinal, Journal of Infectious Diseases, Pan AM J
Public Health ) entre otras y en Congresos Nacionales y Extranjeros como
artículos completos o como abstracts o posters.
Recibió 17 Premios entre ellos, en 1985 el Premio
bianual O. Vaccareza de la Academia Nacional de Medicina por el trabajo
“Hidatidosis humana. Portadores asintomáticos en áreas endémicas”. El Premio
Bonorino Udaondo de la Sociedad Argentina de Gastroentroenterologia en 1984 por
el trabajo “Catastro ecográfico de hidatidosis humana en una área endémica
estudio comparativo con dd5, aporte a un programa de control” (las dos veces en
equipo con Eddy, con quien compartió una parva de publicaciones que hicieron
historia), el Premio 60 aniversario de la Sociedad Argentina de
Gastroenterología y el Premio Asociación Argentina de Hepatología
Integrante del WHO Informal Working Group on Cystic
Echinoccocosis, para la normatización de las imágenes ecográficas de la
hidatidosis de la OMSen-2001 y miembro del comité asesor de la Reunión sobre La
Guía de Diagnóstico y Tratamiento de la Hidatidosis, en Besancon, Francia,
En el año 1984, el ruso Frider, que trabajaba en el
Hospital Argerich de Buenos Aires, llegó a la ciudad de San Carlos de
Bariloche. En una época en que la ecográfica era la última novedad en la
tecnología médica (de hecho, ningún hospital del estado rionegrino tenía ese
equipamiento), el Dr Frider traía su ecógrafo personal (además de pagarse el
viaje desde Buenos Aires, el Ruso siempre fue un tipo con “moneda” que vivía en
Palermo, aunque en esos años residía en Lanús).
Fue embarcado por personal del Ministerio de Salud,
un chofer y el Dr. Edmundo Larrieu, en una camioneta Ford F100 doble cabina
modelo ‘79 que partió rumbo a Pilcaniyeu, por el ripio de la ruta 23 que cruza
la Línea Sur Rionegrina, en medio de la mayor nevada en la historia de la
Provincia. En la práctica esta localidad era abastecida solo por helicópteros
del ejército, es decir se la abastecía bastante poco.
En ese contexto y condiciones
climatológicas del invierno patagónico se efectuó la primera encuesta poblacional
con ultrasonografía en el mundo, para diagnosticar hidatidosis abdominal en
forma precoz.
De espalda
Frida Vargas y el Ruso Frider haciendo ecografías a los trabajadores de la
Estancia de los ingleses (ahora de Benetton) Pilcañeu en 1984. Afuera dos
metros de nieve.
Fue la primera vez en el mundo que la ecografía se
aplicó en modo screening en la atención primaria de la salud.
En años sucesivos Frider, siempre con su ecógrafo
personal que lo iba mejorando en modelos y pagándose los pasajes, seguramente
más entusiasmado por lo que encontraba, efectuó nuevos estudios poblacionales
en Pilcaniyeu, en Ñorquincó y en Comallo.
Cuenta la leyenda que el ruso, reconocido cajetilla
porteño, no trepidaba en usar pelela en el viejo hotel (en realidad una muy
vieja casona, con el baño muy lejos) de Ñorquincó. A veces acompañado por un
ecografista sueco, cuyo nombre se perdió en el tiempo.
Inolvidable es que, en esa casona, en ese viaje, el
ruso hacia un par de meses le habían hecho un par de bypass coronarios. Se le
recomendó a la dueña asegurar que Frider no tomara frio.
El segundo día al volver a la casona luego del día
de trabajo la buena señora llevo a Frider a su habitación. Su cama estaba
envuelta en un grueso nylon, el Ruso, asombrado, pregunto:- ¿Señora, ese
plástico mantiene más el calor en la cama? Señora:- No dotor, es que esta
nublado, va a llover y… ¡el techo se llueve!
Esta experiencia fue presentada en el Congreso
Mundial de Hidatidosis de España en 1985, debut internacional de la ecografía,
hoy esta estrategia es aplicada en muchos países de este planeta y es parte de
las normas oficializadas por ley en la provincia.
Doce años después, volvió a la Provincia para
controlar la evolución de todos los pacientes detectados en aquellas primeras
experiencias. Quiso el destino que el Hospital de Bariloche cerrara su
quirófano por el derrumbe del techo. Pasaron los años y nadie se acordó de esos
pacientes asintomáticos del pueblito de Pilcaniyeu. No habían sido tratados ni
operados ni seguidos. Cuenta la leyenda que Eddy lo llamo a Bernardo para
sugerirle seguir esos casos, 12 años después. La única pregunta de Bernardo fue
(agarro en el acto la idea histórica subyacente) … y voz Tenes las planillas de
hace 12 años ? Si …… Estoy saliendo….
El trabajo resultante cambió el pronóstico del
paciente de hidatidosis en todo el mundo, que dejó de ser una enfermedad de
exclusiva resolución quirúrgica. Nacía el Esperar y Ver (watch and wait para
los gringos).
Los conceptos desarrollados fueron presentados en el
Congreso Mundial de Hidatidosis del año 1999 en Bariloche, siendo reconocido
como el mejor trabajo presentado al Congreso.
Por sus aportes técnicos, por su
altruismo y desinterés económico, por tratarse de un profesional de prestigio
internacional y por el impacto que su trabajo ha tenido en una de las
enfermedades endémicas que han castigado nuestra Provincia, es que se le
entrega a Bernardo la Distinción Artémides Zatti en 2007.
Vuelve por última vez a la Línea
Sur Rionegrina, a acompañarnos y dar cátedra como siempre, en el Curso
realizado en Ingeniero Jacobacci en el 2010.
8) DENTRO DE LA LEY TODO
En algún lado de esta
historia les contamos que hubo un periodo con un fuerte intercambio de nuestros
técnicos con los del programa de Uruguay que comandaba Daniel Orlando.
Habían tejido una fuerte amistad con Eddy, y se copiaban osas de los programas. Los yoruguas se copiaron el sistema de
vigilancia en humanos y Eddy se copió la legislación uruguaya por la cual los
perros pagaban patente y con eso se financiaba el programa. Mucha guita. Si en
Uruguay la gente garpa por tener perros, como nosotros pagamos la luz y los
municipales.
La Ley salió con el
numero 3480 sancionada el catorce de diciembre del 2000, y su decreto
reglamentario es el 585 del 2002. Fue
histórica.
El artículo 11 del
decreto decía Fijase el valor de la patente canina en $ 4 (cuatro) por perro.
El registro de perros rurales tendrá carácter obligatorio. El registro y
patentamiento podrán llevarse a cabo en los Departamentos de Actividades
Programadas para el Area de los Hospitales provinciales, las Unidades
Regionales de Salud Ambiental del Consejo Provincial de Salud Pública o
mediante convenios con las asociaciones de productores ganaderos.
Y los veterinarios,
como alguna vez dijo el gobernador Verani al asaltar el tesoro nacional en
General Roca para podes pagar sueldos, fueron por el fresco. La verdad la
historia dice que el primer año patentaron una parva de perros y empezó a
entrar plata. Algunos municipios se envalentonaron, se inspeccionaban
estancias… Pero esta Provincia es difícil, Argentina también. La economía se
fue a la mierda, no había un mango…. Y era imposible seguir cobrando por el
perro. Se abandono.
Aunque hay una
estancia que tuvo que pagar una ponchada de plata después que Eduardo
Herrero la inspecciono y la multo.
La Ley cambio un
poco, hay que dejar que los legisladores hagan aportes, y ahora es la Ley
provincial Nº 4796 / 2012. Como todo, volveremos
9) LA ATENCION MEDICA, ULTIMA GENERACION. DEL
CARPIO Y SUS AMIGOS
Mario del Carpio Melgar, Marito para
los amigos, peronista de Ley (fue intendente de su pueblo) nació en Bolivia, y luego de una escala en El Maitén
unos años junto con el Dr. Espina, fue a parar a Ingeniero Jacobacci en 1974.
Allí, además de operar quistes hidatídicos y todo lo
que se cruce en un hospital de no mucha complejidad y con dificultades
geográficas y climáticas para derivar a lugares más equipados. Algunos amigos
mutuos como Guillermo Mujica y Eddy, recuerdan la sacrosanta noche que luego de
un asado nocturno en la casa de Guille, bien regado y con una larga sobremesa
también bien regada, alguien golpeo la puerta. Mario estaba de guardia siempre.
Era el único en el pueblo con habilidades con el bisturí. Era un chofer del
hospital: - Doctor, lo precisan, ¡hay un apuñalado! Mario, apoltronado en un
sofá: - ¿Es urgente? Chofer: Y si doctor, esta apuñalado. Y allí fue Mario,
como siempre, al servicio de todos.
Mario es básicamente un buen tipo, comprometido con la
gente, con el pueblo. Merecidamente fue homenajeado en el Congreso Nacional en
el 2004 por su trayectoria profesional.
Como a todos, le gusto el tema de la ecografía, se
hizo idóneo en el tema, aprendió a manejar el aparatito y empezó a llevar a la
práctica cotidiana las teorías del ruso Frider.
La verdad no me acuerdo si la idea original fue de
él, o de alguno de los otros cirujanos o de Eddy. Pero nos juntamos todos.
Avanzada la segunda mitad de la década de los ’90,
ya con algunos años de experiencia con tratamientos quimioterápicos con una
nueva droga, albendazol (ver el tema no se opera, un poquito más adelante)
en los hospitales cabeceras de la provincia (especialmente Bariloche, Viedma y
Jacobacci) se decide en reunión del grupo planificar y materializar un
screening (catastro) poblacional, en grupos de escolares primarios (de 6 a 14
años) en lo que rotulamos como la zona más endémica, o sea toda la línea sur.
Aún había muy pocos ecógrafos en los servicios
hospitalarios. Pero con lo poco que había, y los aparatos particulares de los
ecografístas arrancamos. La idea era ahora, no ya hacer una pequeña encuesta
sino estudiar al 100% de los chicos de las escuelas y, en el futuro, utilizar
este sistema en reemplazo de la serología, en forma continua y sistemática.
Oscar
Panomarenko. Otro infaltable, primero desde Jacobacci acompañando a Mario y
luego desde El Bolsón.
Fotografía que documenta uno de los
primeros “Cursos” en el Hospital de Jacobacci (Alumnos y docentes). Abajo a la
izquierda Marcela Volpe y Maria Teresa
Costa al lado de Mario. A la derecha
Fabiana Peralta de Comallo, Silvia Lamachia de Valcheta y yo. Atrás los veo a
Gethe de Sierra Colorada, Talmón, Alejandra Romero de Comallo.
Mi regreso laboral a la Patagonia fue al Artémides
Zatti de Viedma en mayo de 1989.
Volvía a la provincia luego de esos intenso y
hermosos años de estudiar, recibirme y hacer la Especialidad en La Plata, pasando
cinco años (1979 al 83) como practicante en el Hospital Base Pedro Fiorito de
Avellaneda con un intenso trajinar en cirugías de emergencia teniendo como
maestros al Dr. Rubén Simionatto y al Dr. Roberto Bustelo (cirujanos de
guardia). Desde esa época no pude desprenderme más del quirófano.
Dra.
Falasco – Dr. Rubén Simionatto – Cali Mercapide – Dr. Roberto Bustelo (Fiorito
1981)
Luego un año (1984) de Internado Rotatorio (por las 4
especialidades básica) en el Hospital Interzonal Ramón Santamarina de Tandíl
(Provincia de Buenos Aires) donde me toca en suerte toparme con uno de mis más
importantes formadores en lo médico-quirúrgico y humano, con el que di los
primeros pasos en hidatidotécnia el Dr. Juan A Salceda (Alias “El
Negro”, tandilero y radical) y posteriormente la Residencia de Cirugía General
(con un año más de Jefatura) en el Hospital Dr. Ricardo Gutierrez y rotación en
cirugía vascular en los Hospitales Rossi y Español de La Plata (Bs. As.) hasta
1989.
Grupo
de Residentes del Gutierrez (La Plata) Arriba: Dr. Zelaya-Dr.Mercapide-Dr.
Almandos-Dr. Fichman y Dr. Falco
Abajo:
Dr. Marina-Dr. Daverio y Dr. Lecot (1988)
Y en ese andar empezamos a operar hidatidosis, que
había y mucha, comenzamos a publicar y a ir a Congresos, y nos fuimos
integrando, casi sin darnos cuenta, a ese equipo de médicos y veterinarios y
otras especialidades unidos por la hidatidosis. Y conocí a Marito Del Carpio y
a Juan Carlos Salvitti de Bariloche.
Y por cuestión del destino, la sede del hoy
mundialmente famoso Curso, fue mí pueblo, por lo que el Programa de Hidatidosis
me devolvió al terruño, puesto que soy NyC (nacido y criado) en Ingeniero
Jacobacci. la perla de la Línea Sur. Que aún no se había desprendido, ni se
despegaría jamás de mi piel.
Comenzó mi derrotero con esta patología gracias a
los que pusieron el cuerpo: los pacientes,
que a el Servicio llegaban y mucho. De cualquier edad y localización en el
organismo. Se operaban en esa época un promedio de 40 pacientes por año
poseedores de algún o algunos quistes, que se registraban para control y
seguimiento en fichas con sus datos de filiación y detalles quirúrgicos.
Fueron años especiales, muy quirúrgicos (de lo que
venga) y de maduración del aprendizaje obtenido. Rubén Giménez era el
Surgeon Chief, el último en llegar (antes que yo) Rubén A. Pereyra formado
en el Hospital Aeronáutico de Buenos Aires al igual que Eulogio F. Michelena
(hombre de Río Chico). Esteban Pazos y la petisa Susana
Frieyro completaban el staff. Después se fueron sumando nombres poco a
poco, mientras algunos se tomaban el buque.
En diciembre de
1990 se realizan las Jornadas Nacionales en El Calafate
(Provincia de Santa
Cruz) y aquí sí, aquí se comienza a
gestar “El grupo”, o algo parecido a una hermandad. Desde Viedma sale un
colectivo (moderno para la época) con el Flaco Mansilla (el dueño) al volante,
se suma gente de variadas profesiones, especialidades con domicilios en la
provincia y del sur de Buenos Aires (Patagones y Tandíl).
En una parada realizada en Puerto Madryn se agrega
una abundante delegación Chubutence, la que incluía hasta una antropóloga. Todo
tan relajado que simulaba un viaje de egresados de… chicos algo creciditos.
Aquí
identifico a: Nelson Andrade de Choele, Alicia Pérez, Maria Teresa Costa, Ariel
Fernandez de Choele, Eduardo Guarnera, Maria T. Nuñez. Abajo: Eddy, Arturito
Cazaux de Roca, Rubén Pereyra de Viedma, Yo y Orteguita de Roca
Aquí precisamente se inicia un ritual de las
Juntadas, y es nada menos que “los bailes maratónicos” que aún perduran en
ritmo e intensidad, sin preocuparnos las variadas geografías que se visitan. A
pesar de las patologías crónicas casi invalidantes, por la lógica edad avanzada
de muchos participantes.
En cualquier lugar del mundo hay “cachengue”
hidatídico y ojo…bailamos todos.
Nuestra
participación estelar en el Congreso Mundial en Colonia del Sacramento,
Uruguay. Cantando el tema de “Los Iracundos”: Puerto Montt, un himno del
programa, Cali, el cordobés Julito Gonzales Peralta de Río Cuarto, Graciela
Santillán del Malbrán, Eddy, Juan Carlos Salvitti.
En El Calafate se rompió un récord inicial, no
teníamos instrumentos musicales, ni equipos de reproducción de música, ni una
radio…pero se bailó hasta entrada la madrugada sureña, en una cabaña que
habíamos alquilado al ritmo de: dos ollas (una de aluminio y otra de acero
inoxidable) de distinto tono y un coro de voces multitudinario.
Rojitas, Cali y el bondi de Mansilla
en Río Gallegos.
Primer catastro organizado por el Programa
de Control (1997)
Se tomaron como puntos de inicio del mismo, en la
zona cordillerana a Bariloche, con Jorge Moguilesky y con Juan
Carlos Salvitti (heredero del imperio de Odriozola en Bariloche), en
Ingeniero Jacobacci obviamente el Marito Del Carpio con su escudero Oscar
“el locuaz” Panomarenko (luego instalado en El Bolsón),
en General Roca a José Sustercic y en la
zona Atlántica del recorrido de la ruta 23 (recordemos que es la carretera que
atraviesa transversalmente la provincia por la inhóspita pero bella Línea Sur),
desde la localidad de Valcheta la cubrimos del hospital Zatti.
Aquí, Centralizando la actividad desde el Hospital
Dr. Pedro Fernícola, donde estaba Silvia Lamacchia como directora.
En charla con Eddy, me dice:
•
Yo consigo camioneta de Salud Pública, chofer y
viáticos
•
Ok, y yo un ecógrafo (algo longevo, pero sirve)
y una médica que lo maneja con experiencia, del Hospital Zatti. Y me sumo como acompañante en la logística para
que no se aburran.
No recuerdo bien las fechas, pero creo que fue más o
menos por septiembre de 1997, que arrancamos en la F100 blanca doble cabina,
con la Dra. Estela Molina, médica generalista, mendocina con varios años
trabajando en Jacobacci y en Viedma y con el Sr. Daniel Perez de chofer
(“patita pesada”).
|
Estela Molina en acción
En cinco días realizamos los catastros en albergues
escolares de Aguada Cecilio, Chipauquíl, Sierra Pailemán, Nahuel Niyeo, y
Valcheta Urbano en el hospital. Se realizaron en esa intensa semana de pasar el
ecógrafo por la panza de los pibes, 600 estudios ultrasónicos y se documentaron
con sus datos de filiación, luego los llevamos al centro de referencia que es
la Dirección de Zoonosis del Ministerio de Salud a cargo en ese momento del
compañero Larrieu.
(DATOS
EDDY)
Cali, Estela Molina, Chofer Daniel Pérez en Nahuel
Niyeo (1997)
Después continué como Jefe del Servicio de Cirugía
del Zatti, hasta cuando llamados por el “Gringo” Soria (2011) me fui al
Ministerio de Secretario de Salud, junto a Eddy y Norberto Delfino como
Ministro.
Pero al margen de esa digresión, la cuestión era que
los ecografistas no estaban disponibles para salir siempre y a todas las
escuelas.
Una vez que arrancaron los catastros (screening)
ecográficos y vimos los resultados, nos agarró el embale para gestionar la
compra de ecógrafos (que salían y salen mucha guita) por medio del Programa
y…capacitar médicos generalistas ya radicados en la zona hiperendémica para que
realicen los estudios en sus propios lugares de trabajo y en forma
sistematizada. Al menos una vez por año.
Y aquí, Marito ya unido al universo en expansión, se
subió al impulso del “Big Bang” y largó la idea. Entrenemos a los médicos
rurales, a los generalistas, a los residentes, para usar un ecógrafo, en un
curso cortito, de 2 días. Que aprendan a hacer un diagnóstico presuntivo y,
quizás a usar los tratamientos nuevos.
Y salió la idea de los “Cursos de capacitación en
ecografía abdominal y actualización del tratamiento de la Hidatidosis” con
el apoyo de todo el Programa y la logística a cargo de Zoonosis del Ministerio
de Salud provincial.
El primero la Sede fue el Hospital Rogelio Cortizo
de Ing. Jacobacci (ya van 20 cursos provinciales, además de cursos en otras
provincias además de Chile y Perú, ahora bajo el comando de Leonardo
“Kiichi” Uchiumi. Ahora el curso es internacional y se llama FASE
(Focused Assessment with Sonography of
Echinococcosis), igual aunque se llame así lo inventamos acá y lo seguimos
dando en Ingeniero Jacobacci (o en Los Menucos o en Comallo) donde se habla
poco y nada…inglés.
Mario en la
parte teórica del curso FASE, lo veo al en ese momento novel Kichi y a Liliana
Iglesias
Volviendo al primer curso, después con el único
ecógrafo portátil del programa, que se lo mandamos en colectivo a Valcheta
(pueblo debut) allí lo usan y se lo mandan en ambulancia al pueblo siguiente, y
así hasta llegar a Bariloche. Una papa.
Parecía loco. Pero arrancamos con el Curso y con el
ecógrafo móvil. Hasta hoy.
En esta historia, entro a jugar alguien que no era
del Ministerio de Salud. Docente de la Universidad del Comahue, y con acceso a
una espectacular clínica de imágenes. Con un gran corazón y, como corresponde a
un hidatidólogo, poniendo cuerpo y recursos sin pedir nada. Puro amor por las
ciencias y vocación de servicio. Sergio Moguilansky , especialista en
imágenes.
Sergio se une a Marito, y a María Teresa Costa y
aprovechando los casos positivos en el catastro de todas las escuelas de
Jacobacci, se arma un estudio de casos y controles modelo.
Todos los positivos a la ecografía de Mario y 2
sanos por caso se trasladan a la Clínica de Cipolletti con el colectivo de la
Municipalidad. Sergio los recibe, les da de comer y todos son estudiados por
especialistas en ecografía, rayos, etc. Ese estudio define mundialmente la
sensibilidad y especificidad de la ecografía rural.
Luego Sergio sigue siempre ligado al Programa. Con
sus residentes en imágenes, sus ecografos y pagándose el viaje participa en
catastros masivos en donde todo el pueblo es estudiado. Pilcaniyeu (como el
primero, en medio de una tormenta de nieve), Jacobacci, Ramos Mexia ven
atónitos un ejército de ecografos y ecografistas desparramados por el pueblo y
las áreas rurales cercanas. Golazos
Abajo, la doctoranda
de la universidad de Texas (USA) Brenda Bingham, Cali, Eddy, Marito del Carpio,
Sergio Moguilamsky ,,,y residentes. Arriba, el segundo Eduardo Herrero, el
cuarto Kiichi Uchiumi, Guille Mujica y el último Marcos Seleiman
Luego de
dejar colgado a Bujer con los perros, nunca más dejamos de ir adonde habíamos
prometido. Acá catastro en Pilca, a la izquierda yo, el Cali, al medio Eddy. El
de la derecha no lo nombro porque no se esfuerza
Es bueno recordar que, como vimos,
siempre nos gustó bailar y tomar un buen vino. Casi creo que el éxito de los
cursos no fue por el contenido intrínseco del mismo sino por el espectáculo
asociado. Nadie se lo quería perder. Haya o no haya viáticos.
El pelado Sergio Mancini y su
histórico pañuelito de cuatro nudos. Otro curso
Por supuesto, el líder, Mario, también
baila (con Liliana Iglesias) y todos en el trencito.
Claro, los viejos se corren, se jubilan, se gastan,
pero por suerte la mística sigue y hay herederos. Leonardo “Kiichi” Uchiumi
en Viedma (un porteño en envase japonés), Mariano Sobrino en Bariloche, y un
par más que, empezaron como alumnos del curso, se especializaron después y
fueron infaltables, tanto en el campo como en los cursos. El guitarrista y
cantor
Pablo Duna desde Sierra Colorada y Alejandro
Solari desde Valcheta
Cali
Mercapide, Sergio Moguilansky, Marito del Carpio y Eddy en Pilcaniyeu. 25 años
después del primer catastro, el de Frider. Lo repetimos
Juan C. Salvitti, Mario Del Carpio, Bernardo Frider, Mercapide, Eddy
Larrieu, Leonardo Uchiumi.
Tres generaciones asegurando continuidad al programa
Con toda esta movida, se hicieron 42.734 estudios con ecografía a
chicos rurales entre 1997 y 2016, llevando la infección del 5.6% en 1984 con la
campaña de Frider. Al 1.2% en 1997 con el primer catastro provincial a los
actuales 0.1% en 2016, cuando Eddy deja el programa.
Los
cirujanos de Bariloche. Mariano Sobrino y Juan Carlos Salvitti
10)
EL ALBENDAZOL, AHORA NO SE OPERA
Cierta vez, contratado por FAO para asesorarnos
llego otro científico de grandes condiciones y sapiencias, el Dr.
Peter Schantz, del Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de
Atlanta - Georgia USA.
Recorrió el programa, la línea sur, y mantuvo
reuniones con todos los equipos médicos y veterinarios, terminando con unas
jornadas en Bariloche. En un hotelito pedorro que usábamos de base de
operaciones (el Campana).
Lo bueno que el yanky habla perfecto castellano, las
consignas las entendimos rápido.
Durante toda la recorrida machaco con: ¿porque no
usábamos albendazol en lugar de seguir operando?, se ponía como loco y a
nosotros “off course” nos gusta operar pero… (redondeando) y nos pegó la idea.
El PROZOME en Viedma fabricó pastillas del
antiparasitario en cantidad y calidad, y mientras viajábamos por el ripio y
tomábamos mate fueron saliendo las conclusiones, también hicimos punta en esta
idea.
Teníamos la ecografía para detectar quistes precozmente en niños y ahora también una
droga efectiva y probada que mataba al bicho… De operar a todos, pasamos a operar menos del 10% de los
poseedores de quiste hidatídicos.
En el tema que creo lo hice claudicar fue con el
PAIR, él le metía mucha insistencia, le mostré casos (realizados en otra
provincia) bien documentados con imágenes del procedimiento y el calvario
posterior de los pacientes, que terminamos operando en el Zatti… y puso los
ojos como cuando Clint Eastwood guarda el
revólver, y me dijo…okey.
Reunión en El Campana. Ariel Fernández, Liliana
Iglesias, María Teresa Costa, Peter Schantz junto a la bandera, de Bunder. arriba
José Labanchi, Eduardo Herrero, Daniel Araya, Eddy, Sergio Mancini, Gustavo
Cantoni y Ricardo Bigatti
Teníamos la ecografía para agarrar quistes chicos y ahora
teníamos también una droga que mataba al bicho…. Y en los chicos andaba de 10.
De operar todo pasamos a operar menos del
10%.
Y los quistes se redujeron a esto, algo chiquito, un
par de centímetros.
Quiste tipo I de 3 cm.
Claro, todo esto del diagnóstico con ecografía y
tratamiento con drogas había que sistematizarlo, entonces en el recordado
Congreso Mundial en Colonia, en una reunión privada de los rionegrinos se
esbozaron las primeras reglas que, poco después, en Ingeniero Jacobacci, dieron
lugar a las primeras “Normas Provinciales de Diagnóstico y
tratamiento de la hidatidosis humana”.
La primera versión es aprobada por la Resolución
3720/2002 del Ministerio de la Salud, siendo el Grupo de Redacción Mario
Del Carpio, Hospital Rogelio Cortizo, Ingeniero Jacobacci, Antonio
Gatti, Hospital Artémides Zatti, Viedma, Carlos H. Mercapide,
Hospital Artémides Zatti, Viedma. Martín
Odriozola, Hospital Ramón Carrillo, San Carlos de Bariloche, Oscar
Panomarenko, Hospital de
Área, El Bolsón, Rubén A. Pereyra, Hospital Artémides Zatti, Viedma, Alicia
Pérez. Laboratorio de Zoonosis, San Carlos de Bariloche, Juan
Carlos Salvitti, Hospital Ramón Carrillo, San Carlos de Bariloche y José
Sustersic, Hospital Francisco López Lima, General Roca. Cómo secretaria
de actas se sumó Maria Teresa Costa encargada de Salud Ambiental del Hospital
Rogelio Cortizo de Ing. Jacobacci.
Vamos por la tercera versión, con los agregados de Leonardo
Uchiumi, Hebe Tissot y Mariano Sobrino en las últimas.
A propósito de José Sustercic (gran cirujano y
amigo), me viene a la memoria una de esos cursos y reunión para trabajar
normas, en Ingeniero Jacobacci como siempre. Había poca plata en esa época y,
sin viáticos, íbamos por el sanguche y la coca (y el vino). Dormíamos en el
gimnasio municipal en sala común. Cierta noche volvimos de cenar (y bailar,
como siempre) y al entrar al gimnasio a la madrugada, alcoholizados y en
borcegos por el frio, veo una pelota de básquet y arrancamos un 4 contra 3 o
algo así. Y de golpe José baja corriendo y poniéndose los pantalones (se había
vuelto antes, era poco bailarín) se agrega al partido. Solo recuerdo al pelado
Mancini, declarado jugador más valioso, parado frente al aro diciendo no puede
ser que no la emboque. Terminamos todos al borde del infarto…en especial
Salvitti, que nos preocupó por su estado.
El valor de esta iniciativa es que prácticamente fue
adoptada por todo el mundo. Primero dio pie a las Normas Nacionales, a Normas
Chilenas y a las Normas de la Organización Panamericana de la Salud plasmadas
en su Manual de Control de la Hidatidosis en el Nivel local.
11)
EL RADICALISMO, LA DEMOCRACIA Y EL PROGRAMA HIDATIDOSIS
El lector habrá notado que tengo un sesgo peronista.
Pero para ser justos, este programa hidatídico que se inició con la dictadura
militar con un peronista que zafó de las patotas por un pelo, tuvo sus años de
gloria con los gobiernos radicales que se sucedieron en democracia.
El primer Ministro de Salud del radicalismo, de ese
gran gobernador que fue Osvaldo Álvarez Guerrero, promovió un renacimiento de la salud
pública con jerarquización salarial de los profesionales y un fuerte impulso a
los programas de salud. Si no me falla la memoria el ladero de Remigio Romera
cargo de los programas era el Hugo García, llegado a Viedma desde
Sierra Grande.
No arrasaron con lo que había. Lo impulsaron y, en
ese devenir histórico, el programa mantuvo su marcha. Incluso, y en esta
Argentina de eso suele haber poco, respetaron al jefe peronista y lo trataron
más que bien. La continuidad fue asegurada. Un demócrata el Remigio.
De hecho, no hacía mucho que estaban y el programa
armo unas Jornadas Internacionales de Hidatidología en Bariloche, en un hotel
de la calle Mitre, que cerro justamente “el goberna” Alvarez Guerrero,
recibiendo de manos de Martin Mendy la máxima distinción de la AIH: el Cave
Canem (Cuidado con el perro)
En general, y con alguna horrorosa excepción que más
vale ni recordar su nombre, esta
continuidad se mantuvo con todos los siguientes Ministros de Salud del
radicalismo.
Con
algunos hitos para recordar.
El citado Hugo de Sierra Grande se le ocurrió que se
podían fabricar medicamentos y empezó a poner las bases del PROZOME, con la
ayuda del farmacéutico Ricardo Saa. PROZOME sigla de productora zonal de
medicamentos, empezó a funcionar en el hospital Zatti y luego en instalaciones
propias en una terminal de ómnibus abandonada. Donde aún está, y con gran
envergadura.
Y Ricardito, de San Luis, se asoció al Programa y,
cuando Bayer ya no tuvo la patente del Praziquantel, lo empezó a producir en
cantidad. Y nunca faltaron pastillitas. Y cuando don Peter nos envalentono con
el albendazol (que salía un guevo en la farmacia) también lo empezó a fabricare
a bajo costo. Y fue desde entonces un pilar fundamental para la continuidad de
las actividades.
Algunos otros radicales que merecen estar en este
librito son la Bety Namur, odontóloga ella, que desde la Dirección del
hospital de Jacobacci o desde el Ministerio, siempre impulso y apoyo lo que se
hacía, incluidos cursos y reuniones y…bailongos a la noche. Y María
Marban, contadora, Presidenta de la Zona 5 y luego también en el
Ministerio, siempre ligada a nuestras actividades.
Bety
Namor en el Hospital de Jacobacci, con Eddy, Daniel, Antehui y, atrás un Ingeniero
allegado a la hidatidosis. Carlos Bordino
Tanta fue la simbiosis radical con el programa que,
en cierta campaña electoral, que enfrentaba como lo marca la historia, a
radicales y peronistas, el candidato a la reelección Horacio Masaccessi cerró
campaña en mi bendita Jacobacci con un acto popular, luego de abrir una reunión
plenaria del programa de hidatidosis. Un peroncho desconcertado tuvo que
explicarle al “Goberna”, la historia de lo que se había hecho. Ese día, el
candidato le entrego a la María Teresa la famosa Ford roja, que fue el primer
vehículo propio del programa.
La colorada de la colorada María
Teresa
Último párrafo para Javier Vilosio. Asumió
como Ministro de Pablo Verani. El ya no tan flaco Eddy le propuso ofrecer a
Bariloche como sede del Congreso Mundial de Hidatidosis, en 1999. Javier dio el
sí y empezó otra epopeya del programa. Armar el mayor circo posible.
Finalmente, en 1999 el XIX Congreso Mundial de
Hidatidosis abrió sus puertas en el Hotel Panamericano de Bariloche con casi
600 participantes incluyendo gringos de todas las latitudes, desde China al
Uruguay. El curanto que se morfaron, en medio de un diluvio de vino tinto,
todavía es recordado en todo el mundo, incluyendo los bailes de chacarera
arriba de las mesas al son del entonces novel cuyo nombre no me acuerdo
Javier
Vilosio inaugura el XIX Congreso Mundial en Bariloche. Eddy, obvio, Presidente
El Congreso Mundial fue un punto altísimo en la
historia de la hidatidosis en Rio Negro, con la presencia de todos los referentes
mundiales en el tema y con la organización a pulmón con el personal de Salud
Ambiental del Ministerio.
El equipo
del Mundial. Abajo, cachito el chofer, Gustavo Cantoni (responsable local del
Congreso). Eddy, arriba Flamerique (Informática) Eduardo Herrero, la Bety
Orellana, la hija de Thakur, Ricardo Bigatti, Liliana Iglesias, María Teresa
Costa, José Luis Labanchi atrás de Rubén
Pereyra, Martin Kelly y su esposa, Omar Orellana, Janette (secretaria), Susana
Romeo, Guillermo Sancochia y Silvia Rosales. Salud Ambiental al palo
12)
La
invasión Pampa
Como saben todos, Eddy, que ya no es flaco, además
de oficiar en el Ministerio, fue desde siempre docente de Epidemiologia (Dotor
el) en veterinaria en General Pico.
Cuando se acabaron los correntinos empezó a traer a
sus alumnos a cubrir agujeros en la Provincia, y en el Programa, que seguía en
expansión. Siempre crecer era el lema.
Atracaron Gustavo
Cantoni Y Jorgito Alvarez en Bariloche, luego Eduardo Herrero, Gabriel
Talmon en El Bolsón (muy recordada
su presentación en el equipo en el Congreso Mundial de
Bariloche), Marcela Volpe en Valcheta, Lalo
“¿mañana hay que venir?” Calabro en San Antonio. Todos a pelarse
haciendo arecolina, asociados a los agentes sanitarios, y a lo que venga. Todos
del equipo.
Los de Bariloche siempre tienen alguna pavada para
contar. Por ejemplo, un hecho insólito: Alejandro Namor, odontólogo de
Comallo, un día lo llama a Gustavo Cantoni y le consulta porque
una de sus vacas había parido un ternero y quedó con las “partes colgando” como se dice en el campo, no
despidió la placenta completamente, se le asesoró que le cuelgue un objeto
pesado en la placenta, por ejemplo un ladrillo y que iba a andar bien.
Alejandro hizo lo que le aconsejó Gustavo y
aparentemente la vaca en cuestión largó “las partes”. Pero a los pocos días nos
llama por teléfono y nos comenta que la vaca se había suicidado, nosotros le
djimos que nos explique un poco más y lo que sucedió es que se había caído por
un barranco, lo que queda sin explicación hasta la fecha es si se cayó porque
dio un mal paso o fue depresión “post parto”.
Hubo algunos colados de otro origen, el flaco José
Luis Labanchi en General Roca pero abanicando El Cuy (apalancado por
referencias del Centro Panamericano de Zoonosis) y el Dani Araya en Los
Menucos, con el plus de ser, como yo, un NYC de la línea, justo de Los Menucos.
Salieron buenos dice Eddy.
Labanchi y
su escudero Arcos
Tipo de prenderse en cualquiera Labanchi. Cierto año
Guarnera, fiel a su costumbre, aplicando los últimos trabajos y conocimientos
en el diagnóstico de la hidatidosis en el perro nos insiste en que busquemos
los huevos del equinococos en la tierra, que al lado de las viviendas hay
perros, y estos liberan los huevos al ambiente por ende cerca de la vivienda debe
haber huevos. Pura lógica. Entonces nos pide que juntemos tierra en las
viviendas para enviarle y para que él haga los diagnósticos.
El Doctor José Luis Labanchi (alias Floki, el de la
serie Viquings) va a una vivienda de la zona de El Cuy, bien aislada,
cuando llega estaba el dueño de la misma
apoyado en el marco de la puerta con el mate en la mano. El Flaco lo saluda y
le larga un…. Disculpe ¿nos permitiría juntar un frasquito de tierra del frente
de la casa? El gaucho solo asintió, mirando fijo y con los ojos muy abiertos.
Que se lleve la tierra que quiera, suponemos que pensó. Labanchi con una
escobita (tipo la de limpiar los inodoros) se pone a juntar tierra en un frasco
del patio y se va.
Siempre discutimos que habrá pensado el señor. La
NASA ¿? Oro ¿?. Sabe Dios.
Dos pampas. Lalo
Calabro y Gutavo Cantoni (muchos años piloteando el programa desde Bariloche)
Eran buenas épocas. Se trabajaba, se asaba a la
estaca, se bailaba y se viajaba. En esas épocas se armaron programas de
intercambio. Varios fueron a ver los programas de hidatidosis de España y de
Uruguay. También varios fueron anfitriones de españoles y de uruguayos. Estar
en el programa traía sus beneficios.
Lo más importante, siempre, es que todos estos
veterinarios pusieron el lomo, las ganas y le metieron kilómetros de recorridas
rurales en nuestros hostiles caminos patagónicos. Apoyando a los agentes
sanitarios, persiguiendo a los médicos rurales con el ecógrafo, armando las
logísticas, visitando escuelas y municipios. Juntando mierda a rolete. Capaz de
hacer 200 km. para juntar una caca en un campo remoto. Había que ir. Se iba.
Por suerte a la noche. Una buena cena en “El
Cumelcán” de Tono Adaime en Jacobacci, en una casa, en un campo. Una guitarra
y, primeros años, una damajuana. Ahora ¾, si es Marcus Merlot, mejor.
13)
La
educación sanitaria siempre presente
El programa siempre mantuvo una fuerte campaña
educativa. Es más que difícil,
imposible, que los paisanos cambien o dejen su - El hábito de carnear y tirarle
la achura a los perros. Que viene a ser la madre del borrego, mejor dicho, la
madre del ciclo. Teníamos la semana de la hidatidosis. Una semana bombardeando
al pueblo rionegrino con normas, avisos y consejos. Era para septiembre. Cada
escuela recibia un sobre con materiales, concursos de dibujo, escuelas rurales
pintaban paredones con el ciclo. Etc.
Tanto se machacó que al menos logramos que los
paisanos aprendan pícaramente a mentir. ¿Que le da de comer al perro? ¡sopita!
Contestaban todos.
Entre las campañas, cierta vez Guillermo Ruesta, me
contó que, en una de sus visitas a Río Chico en setiembre de 2012, quería
utilizar la FM local para pasar algunas medidas de prevención de hidatidosis y
enfermedades trasmitidas por los alimentos. Se contactó con el encargado de la
radio local y le dijo que no había ningún problema en difundir esa información,
pero el tema era que la FM suele funcionar sola, no hay nadie en el local, y él
no podía acompañarlo en ese momento.
Entonces le explicó como tenía que hacer: “…. antes
de hablar tenéis que subir la tecla verde para habilitar el micrófono y bajar
la roja para apagar la música. Y cuando termine de hablar debía bajar la tecla
verde y subir la roja. Y al irse cerrar la puerta con llave.”. Entonces
Guillermo hizo todo solo. Educador y radio operador.
También hay un par de historias de Bariloche.
Había un médico sanitarista, lo llamaban el loco
Maqui. Cierta vez fue a un programa periodístico en horario central, eran los
primeros años de la televisión en Bariloche.
Maqui dio una extensa charla sobre hidatidosis. Detallada. Al final el
periodista pregunta: Doctor ¿puede sintetizarme en una frase el problema de la
hidatidosis? Por supuesto dijo Maqui, y enfáticamente agrego ante la atónita
mirada del periodista: -¡ El problema de la hidatidosis son los huevos del
perro!
La última. Llevaron a un mapuche a la televisión a
que explicara en la “lengua”, como prevenir la hidatidosis. El señor dio una
charla en lengua mapuche. Extensa. Al finalizar el periodista le pido: -¿Podría
ahora resumir los consejos en español para aquellos que no entienden el idioma
nativo? - Por supuesto, les he dicho muy
claramente que para prevenir la hidatidosis hay que lavar bien las achuras y
cocinar bien las verduras. Todo al revés. Fatal.
Por allí tuvimos la suerte de trabajar con un
dibujante, Chingolo Casalla.
Carlos "Chingolo" Casalla,
porteño que se hizo barilochense definitivamente. Historietista dueño de un
trazo muy personal y significativo. La creatividad infinita de su arte le
permitió darle vida a importantísimos personajes que testimonian la edad de oro
de la historieta nacional, entre otros: "Cabo Savino"; "El
cosaco"; "Capitán Camacho"; "Alamo Jim". Que
se publicaron en revistas de la Editorial Columba como “El Tony” y
“D’Artagnan”. Tengo el honor de haber contado con su amistad y de que me
ilustrara un cuento (“Colitoro”) que transcurre precisamente en nuestra Línea Sur
Rionegrina.
Le hizo al Programa su aporte artístico en la
folletería utilizada en la educación para la salud. Nuestro agradecimiento y
recuerdo a el Maestro en estas humildes páginas.
Salvitti lo
actualizó e invento el prazi-day. La pastilla para darle al perro después de
comer achuras.
14)
Éramos
pocos y llego la vacuna
La vacuna EG95 contra la hidatidosis ovina fue la
última tecnología en que el programa hizo punta. Si bien mucho al comienzo no
nos entusiasmaba, un desafío de su inventor, Marshall Lightowlers, un
científico australiano que conocimos en un workshop en Perú, nos llevó a
probarla en zonas donde no lográbamos cortar la transmisión, como las reservas
de Ancón grande, Rio chico abajo y Nahuel pan.
El profesor
Lightowlers comenzó su carrera en el campo de la parasitología durante una cita
postdoctoral en el Instituto de Ciencias Médicas y Veterinarias en Adelaida,
donde realizó una investigación sobre la sarcocistosis ovina. En 1981 comenzó
un puesto post-doctoral en el Centro Clínico Veterinario de la Universidad de
Melbourne y una carrera de investigación centrada en la inmunología y la
biología molecular de los parásitos cestodos taeniidos. Su investigación
inicial en la Universidad de Melbourne investigó la inmunoquímica de los
antígenos de Taenia taeniaeformis y Echinococcus granulosus.
Posteriormente fue miembro de un equipo de
científicos que desarrolló una vacuna contra la infección por Taenia ovis en
ovejas, la primera vacuna recombinante contra una enfermedad parasitaria.
En 1989, Lightowlers asumió el liderazgo de los
laboratorios de investigación de parasitología molecular en la Universidad de
Melbourne y comenzó a aplicar las lecciones aprendidas con T. ovis al
desarrollo de vacunas similares contra la infección con las etapas larvarias de
otros parásitos cestodos. Esto condujo al desarrollo de vacunas recombinantes
altamente efectivas contra la cisticercosis en bovinos debido a Taenia saginata
(TSA9 / TSA18) y en cerdos debido a Taenia solium.
En colaboración con el Dr. David Heath en el Centro
de Investigación Animal Wallaceville en Nueva Zelandia, él y sus colegas
también desarrollaron la vacuna recombinante EG95 contra la equinococosis quística
(enfermedad hidatídica).
Se transformó en una experiencia fantástica,
recuperamos el campo que habíamos perdido al dejar de hacer arecolina, nos
reencontramos con productores rurales y con agentes sanitarios de fierro. Y
entre nosotros.
Muchos años aplicándola con gran éxito (al escribir
esto sé que no hay más casos en chicos en el área de vacuna), y, sobre todo,
una extraordinaria relación con los productores.
Cuenta Eddy, por ejemplo, que cinco años después de
ir todos los diciembres y enero a vacunar unos 5000 corderos por vuelta, para
hacer la evaluación había que necropsiar capones. Y no había plata para
comprarlos. Ofrecimos, pedimos, que degüellen algún capón o dos, nos vendan el
hígado y pulmón en 150 pesos y se queden con la carne, ojos de sorpresa de los
paisanos, luego una sonrisa, pero cuando fuimos un par de meses después, todos
carnearon, y salió uno de nuestros mejores trabajos. (en algún caso, nos
quedamos a comer, ver foto de grupo más abajo)
Para esta época contábamos con refuerzos que no he
citado hasta ahora, el primero Guillermo Mujica Médico Veterinario
avezado (primero desde Jacobacci y luego desde Bariloche) que se puso al hombro
la estrategia, buen conocedor del campo, y, otra, Claudia Grizmado Médica
Veterinaria post-residente de la provincia y ladera del flaco Labanchi, más
obviamente el aporte de todos los que ya han sido presentados.
Guillermo
Mujica a la izquierda, Dani Araya a la derecha, productores al medio
Daniel Araya y el primer cordero vacunado con EG95 en
Rio Negro
Eddy y
Marshall el australiano que vino un par de veces a trabajar con nosotros
Y cuando, 10 años después de la primera vacuna, el
físico nos empezó a pasar facturas metimos al campo a los egresados de la
Residencia en Salud Publica Veterinaria, jóvenes y con ganas de hacer méritos
y…. agarrar ovejas.
Esta foto,
en un corral pedorro de Anecón Grande. De gorrito rojo Claudia Grizmado, de
sombrero Marshall y de espaldas José Luis Labanchi
Es otra experiencia que nos dio fama mundial. Si
bien la vacuna era conocida, éramos el primer programa en usarla en forma
sistemática y en medir sus resultados.
Esta foto es
un símbolo del trabajo en las áreas de vacunas. Los equipos veterinarios,
residentes, agentes sanitarios, choferes, productores y su familia, Marshall y,
fuera de pantalla, asado de capón para todos al costo de 150 pesos. Se lo ve al
Dani, Guille Mujica, a lucho Sepulveda, a Labanchi, Eddy, Gustavo; Marshall y
su Meritxcell, el Titi, el gringo Galván, Claudio, Claudia….y el perro recién desparasitado.
Entre
pitos y flautas para 2008 se llevaban aplicadas 29.323 dosis de vacuna en las
pequeñas reservas indígenas
Con un comentario más. La vacuna
al comienzo la mandaba regalada Marshall desde Australia.
Pero después
empezamos a usar la que se fabrica en Argentina, por TECNOVAX, pues Marshall va
rumbo a la jubilación. El gerente del laboratorio, un buen tipo, buen
degustador de vino. Nos visitó, comió algo al disco (es un decir) y desde
entonces le compramos la vacuna y, si no hay plata, la manda gratis. No todo es
negocio cuando se trabaja con buena gente. Diego Latorre es su
nombre (no confundir con el gambetita de Boca).
Marshall es un
tipo muy peculiar. Monstruo de lo científico, con 190 trabajos publicados que
aparecen en PUBMED, inventor de vacunas contra parásitos, viajero incansable
por Asia, África y América. Fotógrafo de rostros, incansable. Lo recordamos
sacándole un primer plano de la cara a todos los habitantes de la reserva
indígena de Anecón Grande y de Rio Chico y luego enviarlas impresas por correo
desde Australia. Un capo sencillo y de trato agradable.
Marshall, de payaso con los chicos de
una escuela
Hubo un punto
donde confluyeron las vacunas y las acografías.
Con Marshall de
visita en Anecón, luego se enganchó en el Curso de ecografía de Jacobacci y,
como siempre en esa época, el curso termino camino a Viedma en un restaurant de
mariscos de Las Grutas: Aladin.
Nunca bebimos
demasiado en esos eventos.
Cali, Eddy y Kiichi,
show en el restaurant “Aladin” de Las Grutas.
Marshall en “Aladin”. Sacando fotos acostado en el piso
15)
Los
choferes
Charlando con Eddy, tinto de por medio como siempre,
nos acordamos de los choferes que supimos conseguir. Quizás los más importantes
del equipo. De ellos siempre dependemos para volver a casa vivos.
Cruciales en caminos rurales duros y difíciles.
Ripio, huellas que se cruzan y se pierden, trepadas, pedreros, barro, nieve. Y
vehículos que pocas veces están como se debe.
Después que Eddy dejo de manejar sus catangos y
empezó a salir con chofer, paso a ser un infaltable del programa Francisco
“el gordo” Peña, nativo de Maquinchao, ex mercachifle. Conocía todas
las huellas, no se encajaba en el barro, la F100 no tenía secretos para el si
había que meter mano y, bonus track, emparchaba las gomas en el medio del campo
(siempre las pinchaduras eran más que los auxilios). El problema era que era
voluminoso y despreocupado por la higiene de la camioneta. El manejo en la
primera campaña con Frider en la nevada, en Pilcaniyeu. Nadie puede explicar
cómo doblo la curva de ingreso a la estancia, con hielo y gomas lisas. Creo
allí Frider dio un paso hacia su bypass coronario.
Otro, infaltable, ya lo nombre, Miguelito Cafre. Decenas
de viajes por la Provincia y por todo el país yendo a Congresos. Otro para el
que la F100 no tenía secretos. Nadie manejo nunca mejor que el en el barro o la
nieve. Cierta vez nos llevó con Eddy y Telesfora Pichilef a El Caín. Según los
choferes del Hospital de Maquinchao: camino cortado. Miguel: ¿Ustedes tienen
que ir? Nosotros: Si (¡el fantasma de Bujer!). Hicimos los 80 km con la
camioneta cruzada, con un zanjón de cada lado lleno de agua. Las marcas de las
uñas de Telesfora aún se ven en el techo de la camioneta, de su lado.
A la
izquierda el inefable Miguel Cafre, los Prafil, Labanchi, Arcos, Seleiman y
abajo Claudia Grizmado (toque femenino)
Ramón Cachito Pérez, otro habitué
del campo. Cesar “el Flaco” Ramirez de vocecita finita
no acorde a su físico, flecha veloz en el ripio, pero jamás tomo una curva a
destiempo, por suerte para nosotros.
En los últimos años vinieron algo fallados los
choferes. Buena gente, predispuestos a clavar una estaca para atar perros o a
agarrar corderos para vacunar. Carlos Puerta, infalible para
agarrar piedras y romper gomas de camioneta, pero peronista y del Tricolor
Maragato, y Carlitos Calvo, gran guitarrero, aunque capaz de encajar la
camioneta hasta los ejes en un mallín.
Carlitos
Calvo, chofer, en concierto con el agente sanitario Miguel López de Mamuel
Choique . Claudia Grizmado atenta
Los de Bariloche tenían también su chofer. No todos
eran de Viedma. Artidoro Noche. Artidoro siempre tenía una anécdota para algo,
un chiste pero siempre acorde a la ocasión, algunos no pueden reproducirse en
este tipo de revistas y la verdad nos alegraba la mañana. Una vez yendo en la
Ford Bronco, a Comallo cuenta Eduardo Herrero que para la
camioneta repentinamente y se baja serio agarra un palo y justo pasaba una
víbora culebra, con el palo le cambia de dirección, la víbora iba de sur a
norte y él la hace ir de norte a sur, cuando entra a la camioneta le pregunto
que hizo y me comenta que le cambió la dirección para no tener mala suerte.
Dicen que ahora corre picadas en el cielo con Miguelito Cafre. Los extrañamos.
Don Noche
La Bronco
La Ford Bronco es la camioneta que llevó todos estos
años a los veterinarios de la U.R.E.S.A.
Andina (Unidad Regional de Epidemiología y Salud Ambiental), que
corresponde a Comallo, Cañadón Chileno, Canteras Comallo, Pilquiniyeu del
Limay, Laguna Blanca, Anecón Grande, Pilcaniyeu, Corralito, Las Bayas,
Pichileufu, Ñorquincó, Arroyo Las Minas, Fitamiche, Fitalancao, Rìo Chico, El
Bolsón, Mallìn Ahogado, Los Repollos, EL Joyel, El Manso, Villegas, Riconada
Nahuepan, etc. El culo chato nos ha quedado de andar en los serruchos y las
huellas de la línea sur.
16)
Un
párrafo para los productores
La verdad el programa no hubiera llegado a nada sin
el acompañamiento de nuestros paisanos de la line a sur. Gente sufrida, quemada
por las heladas, el sol y muchas veces por la miseria.
Era emocionante en la época de la arecolina,
plantarse en el medio de un páramo, en el medio de la nada, y al rato ver bajar
de cada cerro a los paisanos a caballo con sus perros. Muchos. No importa el
clima. O ahora con la vacuna. Siempre los corderos encerrados. Siempre les
costó dejar de darle achuras crudas a los perros, siempre supieron que decir.
Que sus perros solo comían sopita o si alguno aparecía con un bicho, la culpa
era de las ovejas muertas en el campo.
En nombre de todos seleccionamos a Maneco
Canullán, de Rio Chico abajo. Porque siempre tuvo la tranquera abierta
y la mesa lista para el que llega. Radical y de River siempre cruzo pullas con
Eddy, peronista y de Boca.
La primer gastada de Maneco (la última fue después
del River- Boca en Madrid) cuando se hacían las primeras playas de arecolina.
Se juntaron los perros en la casa de Maneco. Purga mediante justo aparece un
perro que tenía tenia hidatígena, este bicho no es riesgoso para el hombre. Es
un bicho impresionante, parecía a un fideo cinta color blanco y algunos pueden
medir hasta dos metros de largo.
Un gran bicho en el medio de la mierda, saliendo
orondo del upite del perro. Eddy lo que buscaba era el de la hidatidosis, que
no tiene más de 3 o 4 mm. Para hacerlo más didáctico e impresionar al
paisanaje, agarra una bien larga y la levanta en alto con un palo, se la
muestra a todos los presentes y con vos fuerte dice: “ ¡ven este parásito que
tiene este perro! ¡Esto es lo que nos enferma a los hombres si le damos achuras
a los perros y no los desparasitamos…!”, ahí nomás sobre la marcha Maneco le
dice “ -Yo creía que el parásito de la
hidatidosis era más chico…” lo
mató.
Entre paréntesis, la mama de Maneco era Doña Benita,
portadora o ex portadora de un quiste hidatídico
17)
Y llegamos a la Organización Mundial de la
Salud
Desde que comenzó el programa y, quizás, porque de
entrada nos relacionamos con profesionales de vanguardia y organismos
internacionales, nos picó el bicho de publicar las experiencias y además
presentarlas en Congresos. Perú, Argelia, China, Italia, Uruguay, España,
Chipre, Grecia, Rumania, Portugal, Sudan, Turquía…. Vieron a gente del
programa, nuestras conferencias y nuestros posters.
En el
Congreso Mundial en Lisboa, Portugal. Con Martín Odriozola y el pampeano
Alberto Casaza
En alguna Jornada Internacional en Bariloche
organizada por la Organización Panamericana de la Salud nos cayó el entonces, y
actual, Ministro de Salud de la Nación. El compañero sanitarista Gines Gonzales
García
De a poco además nos metimos, nos invitaron, a
participar en foros internacionales. Primero la
Organización Panamericana de la Salud, la Iniciativa
Sudamericana para el Control de la Hidatidosis, y otros eventos nos permitieron
participar en pequeñas reuniones, workshop que le dicen y discutir mano a mano
con los gringos o contar nuestra experiencia a nuestros hermanos
latinoamericanos.
En esto de lo internacional, cierto día en el 2009 cayeron
a Viedma como 14 chinos (aún no había coronavirus) y Eddy invito a todos a
cenar a su casa. Yo hice papas aplastadas para acompañar, mi especialidad, y
Eddy se ocupo de los fuegos. Terrible. Los chinos acostumbrados a comer algas
de colores se manducaron hasta las cenizas. Quedamos azorados de la voracidad y
de los eructos a cielo abierto. Estaban entre los 14 Wen Bao y Ping
Wu, que según el diario Rio Negro de la fecha, venían a copiar el
modelo rionegrino. Y, agregaría, a comerse toda la carne que podían. Otros
internacionales que me acuerdo que vinieron a ver lo que hacíamos…..Christin
Budke de la Universidad de Texas, la chilena Macarena Vidal….y
que se yo.
Los
dos chinos citados
La frutilla del postre fue la invitación de Bernadette
Abela-Ridder, Directora de enfermedades olvidadas de la Organización Mundial de
la Salud a Kichi Uchumi y a Eddy a participar de un workshop en Suiza, en La
Organización Mundial de la Salud. Diríamos, jugamos la Champions Ligue. Dimos catedra.
Y la historia cuenta que a Kichi después la OMS se lo lleva a Kirguistán a
hablar del programa para los asiáticos, Guille, Eddy y Kichi juegan en el
proyecto Internacional Peritas con italianos y españoles, y sigue el baile, a
Inglaterra invitados por la Universidad de Sussex…
En Suiza en La Organización Mundial de la Salud. Kichi
Uchiumi, Bernadette
Abela-Ridder (Directora de OMS de
enfermedades olvidadas), Eddy, Marco Vigilato de la Organización Panamericana
de la Salud y el peruca Héctor Hugo García.
Y para cerrar este capítulo internacional, y para
que puedan comparar con la primera foto de esta historia. Dimos Catedra en el
Congreso Mundial en Lima, Perú (2019). Kiichi, Guillermo y……Eddy
18)
A MODO DE RESUMEN
Algo caracterizo siempre al programa, y fue un
incentivo para volver al campo. Un chivo o cordero al asador
En la casa
de la enfermera de Rio Chico. Norma. De gorro, el asador, su esposo. Seleiman,
Lucho, Chivo, Eddy, Dani, Gringo Galvan
El camino sigue. Se suman nuevos que, como en todos
los órdenes de la vida, reemplazan a los que se van
Hay nuevo Jefe. Ahora, un exalumno de Eddy de La
Pampa, egresado de la Residencia en SPVET, es Coordinador de Salud Ambiental.
Está a cargo. Marcos Seleiman en equipo con el Jefe de Zoonosis, otro ex
residente, Marcos Arezo.
Mucha responsabilidad ser el heredero, quizás junto
a Kiichi. Es un buen tipo, sensible (no sabemos aún si tiene alguna otra
virtud). Uno de los últimos chicos detectados fue en un screening ecográfico en
Rio Chico. Un nene de 10 años, con un quiste en la base del pulmón de 10 cm.
Seguro ya está operado, quiste grande. Pero ese día al ver el diagnostico
Marcos lloro. Le dolió, un caso es una falla nuestra. Así lo vivió. Y es un
buen comienzo para llevar este barco, Quizás a él y a Arezo les toque poder
decir un año, no tuvimos casos en chicos.
A la derecha
Casimiro Prafil, agente sanitario de Anecón Grande y gran asador. A la
izquierda Marcos Seleiman, luego de un día de trabajo rural. En el medio, un
chivito de Casimiro
Canción con todos, Ahora le dicen Una Salud. FAO, OMS,
OPS y todos los organismos internacionales acuñaron en los últimos años un
slogan “ONE HEALTH” o “UNA SALUD” para expresar la necesidad de trabajar “todos
juntos a la par”, diría Papo. Nosotros lo hacemos desde 1978.
Difícil elegir una foto de equipo,
nunca están todos. Y es lo más importante que tenemos, lo que nos mantuvo
unidos en las buenas y en las malas, siempre con ganas de hacer cosas nuevas.
En esta arriba, junta a veterinarios (arriba López el Catamarqueño, colado, Guille
Mujica, Eddy, Gabriel Talmón, Eduardo Herrero) con Médicos (Marito al medio,
Cali, Juan Carlos) y bioquímicos (Alicia Pérez). Abajo más Veterinarios, el
benjamín Guillermo Ruesta, Agustín Ávila, Claudia Grizmado y Dani Araya.
O quizás esta, como siempre compartiendo una comida
en el restaurant “Isabel” de Jacobacci (el Isabel vino a reemplazar al
restaurant del Cumelcan, de Tono Adaime, con su fantástico Kepi
A la derecha
el Gringo Galván, Marshall, Marcos, Lalo, Residente Fabreguez, Claudia,
A la izquierda
Dani, Meritxell de Marshall, Eddy, Chofer Calvo, Labanchi padre y ya
veterinario Labanchi hijo
O, con esta, Una
Salud, y mucha salud mental. Médicos y Veterinarios, producto de un día de trabajo…nocturno
Salvitti, Cali, Cantoni, Eddy, Talmón.
Alcoholemia elevada
42 años de historia, personajes y lugares.
Para adelante, la esperanza que las nuevas generaciones responsables del programa en
cada pueblo tengan las mismas ganas, los mismos criterios de equipo y
amistad. Y el baile siga.
Es real, y
creo que puedo decirlo con esta enorme experiencia laboral, cuando el trabajo
te despierta pasión, no es un trabajo. Es otra cosa, es algo que tenés ganas de
hacer todos los días sin que eso represente algún sacrificio.
19)
Bibliografía
generada por el programa
Escribir trabajos científicos es
una forma de compartir nuestras experiencias con todo el mundo.
La lista siguiente es SOLO de lo que está en PUBMED
(la biblioteca de Medicina de EEUU) Algo dejamos.
Identification of potential 'hot spots' of cystic
echinococcosis transmission in the province of Río Negro, Argentina.
Arezo M, Mujica G, Uchiumi L,
Santillán G, Herrero E, Labanchi JL, Araya D, Salvitti JC, Cabrera M, Grizmado
C, Calabro A, Talmon G, Sepulveda L, Galvan JM, Volpe M, Bastin V, Seleiman M,
Panomarenko O, Tissot H, Sobrino M, Crowley P, Daffner J, Larrieu E.
Acta Trop. 2020 Apr;204:105341. doi:
10.1016/j.actatropica.2020.105341. Epub
2020 Jan 15.
Control of cystic echinococcosis: Background and
prospects.
Larrieu E, Gavidia CM, Lightowlers
MW.
Zoonoses Public Health. 2019
Dec;66(8):889-899. doi: 10.1111/zph.12649. Epub 2019 Sep 17. Review.
Pilot field trial of the EG95 vaccine against ovine
cystic echinococcosis in Rio Negro, Argentina: 8 years of work.
Larrieu E, Mujica G, Araya D,
Labanchi JL, Arezo M, Herrero E, Santillán G, Vizcaychipi K, Uchiumi L,
Salvitti JC, Grizmado C, Calabro A, Talmon G, Sepulveda L, Galvan JM, Cabrera
M, Seleiman M, Crowley P, Cespedes G, García Cachau M, Gino L, Molina L,
Daffner J, Gauci CG, Donadeu M, Lightowlers MW.
Acta Trop. 2019 Mar;191:1-7. doi:
10.1016/j.actatropica.2018.12.025. Epub
2018 Dec 18.
Epidemiology, diagnosis, treatment and follow-up of
cystic echinococcosis in asymptomatic carriers.
Larrieu E, Uchiumi L, Salvitti
JC, Sobrino M, Panomarenko O, Tissot H, Mercapide CH, Sustercic J, Arezo M,
Mujica G, Herrero E, Labanchi JL, Grizmado C, Araya D, Talmon G, Galvan JM,
Sepulveda L, Seleiman M, Cornejo T, Echenique H, Del Carpio M.
Trans R Soc Trop Med Hyg. 2019
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Pilot field trial of the EG95
vaccine against ovine cystic echinococcosis in Rio Negro, Argentina: Humoral
response to the vaccine.
Larrieu E, Poggio TV, Mujica
G, Gauci CG, Labanchi JL, Herrero E, Araya D, Grizmado C, Calabro A, Talmon G,
Crowley P, Santillán G, Vizcaychipi K, Seleiman M, Sepulveda L, Arezo M, Cachau
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Pilot Field Trial of the EG95 Vaccine Against Ovine
Cystic Echinococcosis in Rio Negro, Argentina: Second Study of Impact.
Larrieu E, Mujica G, Gauci CG,
Vizcaychipi K, Seleiman M, Herrero E, Labanchi JL, Araya D, Sepúlveda L,
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Larrieu E, Frider B, del
Carpio M, Salvitti JC, Mercapide C, Pereyra R, Costa M, Odriozola M, Pérez A,
Cantoni G, Sustercic J.
Rev Panam Salud Publica. 2000
Oct;8(4):250-6. Spanish.
[Treatment of
hepatic hydatid cysts by percutaneous aspiration and hypertonic saline
injection: results of a cooperative work].
Peláez V, Kugler C, del Carpio M, Correa D, López E,
Larrieu E, Guangiroli M, Molina J. Bol Chil Parasitol. 1999 Jul-Dec;54(3-4):63-9. Spanish.
Rate of infection and of reinfection by Echinococcus
granulosus in rural dogs of the province of Rio Negro, Argentina.
Larrieu E, Costa MT, Cantoni G, Labanchi JL, Bigatti
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Long-term outcome of asymptomatic liver hydatidosis. Frider B, Larrieu E, Odriozola M.
J Hepatol. 1999
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Larrieu E, Dapcich C, Guarnera
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Larrieu E, Costa MT, Cantoni G, Alvarez J, Aquino A,
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Pérez A, Giménez N. Rev Sanid Hig Publica (Madr). 1993 Sep-Oct;67(5):377-84. Spanish.
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Larrieu E, Costa MT, Cantoni G, Alvarez J, Pérez A,
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Larrieu E, Frider B, Andreani G, Andreani G, Aquino A,
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Seroepidemiology of human hydatidosis: use of dried
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Coltorti E, Guarnera E, Larrieu E, Santillán G, Aquino
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Larrieu EJ, Varela-Díaz VM, Medina M, Coltorti EA, Coniglio
R.
Bol Chil Parasitol. 1983 Jan-Jun;38(1-2):3-9. Spanish.
No abstract available.
También metimos perlitas de cirugía en revistas
nacionales:
VIAS DE
ABORDAJE EN HIDATIDOSIS HEPATICA. Dres. Mercapide, C.H.; Pereyra,
R.; Giménez, R.; Michelena, F.; Pérez, C.; Joelson, D.- Publicado de La Prensa
Medica Argentina, 79: 83-84 (1992).
TRATAMIENTO
CONSERVADOR EN HIDATIDOSIS ESPLENICA (REVISION DE LA CASUISTICA). Mercapide,
C.H.; Pereyra, R.; Giménez, R.; Michelena, F.; Joelson, D.- Publicado en Revista Argentina de Cirugia, Vol. 62: 55-57
(1992).
HIDATIDOSIS
PLEURO-PULMONAR (CRITERIOS QUIRURGICOS) Dres. Mercapide, C.H.; Pereyra, R.;
Giménez, R.; Michelena, F.; Pérez, C.-Publicado en Revista Argentina de
Cirugia, Vol. 63: 161-166 (1992).
TRANSITOS
HIDATIDICOS ABDOMINO-TORACICOS. Dres.
Mercapide, C.H.; Pereyra, R.; Giménez, R.; Pérez, C.; Michelena, F.- Publicado en La Prensa Medica Argentina, 80:
300-306 (1993).
TRATAMIENTO
DE LA HIDATIDOSIS HEPATICA. Dres. Mercapide, C. H.; Giménez, R.; Pereyra, R.; Pérez,
C.; Michelena, F.- Publicado en La Prensa Medica Argentina, 81: 275-281 (1994).
TRATAMIENTO
DE LA HIDATIDOSIS PANCREATICA (Revisión de nuestra casuística).
Dres. Mercapide, C.H.; Pereyra, R.; Aguilar, D.; Acevedo, J. - Publicado en:
Revista Argentina de Cirugia -Vol. 72 : 61-66 (1997).
QUISTE
HIDATIDICO HEPATICO COMPLICADO: RUPTURA A LA CAVIDAD PERITONEAL: Dres. Mercapide,
Carlos H.; Acevedo, José A.; Pereyra, Rubén A.; Aguilar, Sergio D.;
Schereschevsky Valeria - Publicado en Revista de CIRUGIA INFANTIL (Organo de
publicación de la Federación de Sociedades de Cirugía Pediátrica del Cono Sur
de América) - Vol. 8 Nº 2: 93-97 (1998).
HIDATIDOSIS ABDOMINAL - RELATO OFICIAL. LXIX
CONGRESO ARGENTINO DE CIRUGÍA: Dr. Odriozola, M.; Pettinari, R.- Publicado en
Rev.Arg.Cir. Número Extraordinario RELATOS 1998 – BUENOS AIRES (ARGENTINA)
ANEXO.
LEGISLACION
LEY
NACIONAL N° 12.732
Profilaxis
obligatoria de la hidatidosis.
Art.1°)
La hidatidosis de los ganados queda comprendida entre las enfermedades que
deben ser combatidas por el Estado, de acuerdo con el artículo 1° de la Ley N°
3959 de Policía Sanitaria de los animales.
Art.2°)
El Poder Ejecutivo organizará una “División de Profilaxis de la Hidatidosis”
con dependencia de la Dirección de Ganadería en el Ministerio de Agricultura
para la centralización de la lucha preventiva a que se refiere el artículo 1°
de la presente Ley.
Art.3°)
Compréndese a la hidatidosis entre las
enfermedades del hombre cuya declaración es obligatoria en todo el territorio
de la Nación, según Ley N° 12.317.
Art.4°)
El Poder Ejecutivo organizará, como dependencia del Departamento Nacional de
Higiene, en el Ministerio del Interior, una “Sección de Hidatidosis” para la
realización de la profilaxis humana e
investigaciones científicas sobre esta zoonosis y propende a la fundación de
dispensarios antihidatídicos donde sean necesarios, pudiendo nacionalizar además
del existente en Azul, los centros o dispensarios provinciales o municipales ya
existentes que a tal efecto lo soliciten, siempre que a juicio de la comisión
lo estime conveniente.
Art.5°)
Para colaborar con los organismos a que se refieren los artículos 2° y 4° de la
presente Ley, el Poder Ejecutivo designará una “Comisión Consultiva Honoraria”,
integrada por médicos y veterinarios de notoria competencia en Policía
Sanitaria e Hidatidosis, así como con representantes de entidades rurales.
Art.6°)
El Poder Ejecutivo dispondrá lo conveniente para que se impartan los
conocimientos e instrucciones necesarias acerca de la profilaxis
antihidatídica, en las escuelas y colegios de su dependencia, así como en las
concentraciones de conscriptos de las Fuerzas Armadas de la Nación.
Art.7°)
Al reglamentar la presente Ley, el Poder Ejecutivo formulará un programa
racional de lucha contra la hidatidosis, con el concurso de la Comisión
Consultiva a que se refiere el artículo 5° de la presente Ley.
Art.8°)
Los gastos que demande la ejecución de la presente Ley, se harán de rentas
generales con imputación a la misma, hasta su inclusión en la ley general de
presupuesto.
Art.9°)
Comuníquese al P.E.
Dada
en la sala del Congreso
Argentino,
en Buenos Aires, septiembre 21 de 1941.
Viedma
– Provincia de Rio Negro – Poder Ejecutivo Viedma 14 de septiembre de 1978.
Visto el Programa de Lucha contra la
Hidatidosis, elaborado por el Consejo de Salud Pública, a ejecutarse durante el
periodo 1979-1988, y que cubre toda la Provincia; y CONSIDERANDO:
Que es necesario la aprobación de dicho
Programa y Presupuesto para su ejecución, y a efectos de posibilitar su
diligencia miento ante las autoridades de la Secretaria de Estado de Salud
Pública de la Nación para la obtención de los fondos que permitan su
financiación;
Por
ello:
EL GOBERNADOR
DE LA PROVINCIA DE RIO NEGRO
D E C R E T A:
Artículo
1°.- Apruébase el Programa y Presupuesto de la Lucha contra la Hidatidosis para
la Provincia de Rio Negro, a efectuarse durante el periodo 1979-1988, que forma
parte del presente decreto y que obra en el expediente N°27838.-
Artículo
2°.- Remítase copia del presente decreto a la Secretaría de Estado de Salud
Pública de la Nación, a los efectos correspondientes.-
Artículo
3°.- El presente decreto será refrendado por el Ministro de Asuntos Sociales.-
Artículo
4°.- Regístrese, comuníquese y publíquese, tómese razón, dese al Boletín
Oficial y archívese.-
DECRETO
N° 940
Firma:
CONSEJO
DE SALUD PÚBLICA – RIO NEGRO
Viedma,
18 de abril 1979.-
VISTO el Programa Provincial de la Lucha
contra la Hidatidosis que ejecuta la División Zoonosis de este Consejo, con la
aprobación del Ejecutivo Provincial mediante Decreto N° 940, y;
CONSIDERANDO:
Que la incidencia hidatídica en la Provincia
de Rio Negro, registra índices que se ubican entre los más altos del mundo.
Que por lo tanto, las pérdidas de vida
humanas y de y de proteínas decomisados en los mataderos de la provincia
alcanzan cifras de importante magnitud.
Que se hace necesario el continuar y
fortalecer las labores programadas para lograr erradicar esta endemia de
nuestra provincia, siendo necesario para ello el apoyo de otros organismos
Provinciales y Nacionales.
EL INTERVENTOR DEL CONSEJO DE SALUD PÚBLICA
R E S U E L V E:
Artículo
1°.- Declárase de interés Provincial en el Area de Salud el Programa de Lucha
contra la Hidatidosis a ejecutarse en el período 1979-1988 por, este Consejo.-
Artículo
2°.- Desígnese Jefe de dicho Programa al Dr. Edmundo Larrieu, responsable del
Area Zoonosis de esta Consejo y Coordinador del Programa de la IV Zona
Sanitaria al técnico Roberto Lester.
Artículo
3°.- Regístrese, comuníquese, publíquese y archívese.
RESOLUCION
N° 486 Firma:
Dr. Antonio García
García
Interventor del Consejo de Salud
Pública
CONSEJO
PROVINCIAL DE SALUD PÚBLICA – RIO NEGRO
Viedma,
8 de mayo 1980.-
VISTO, que el Programa Provincial de Lucha
contra la Hidatidosis 1979-1988 ha sido aprobado por el Poder Ejecutivo
provincial y, asimismo declarado de Interés Provincial, dada la gravedad de la
incidencia hidatídica en la Provincia.
Que el citado Programa cuenta con un Jefe de
Programa y un coordinador zonal, nombrados por resolución de este Consejo; y,
CONSIDERANDO:
Al volumen de tareas alcanzado por el
accionar del Programa en lo referente a desparasitación canina, control de
faena, educación para la salud y detección precoz de la patología requiere un
ordenamiento que permite optimizar la utilización de los recursos existentes y
alcanzar mayor efectividad en el cumplimiento de las pautas programadas;
Por
ello:
EL
INTERVENTOR DEL CONSEJO PROVINCIAL DE SALUD PÚBLICA
R
E S U E L V E:
Artículo
1°.- Apruébase el organigrama del Programa de Lucha contra la Hidatidosis,
anexo 1 de la presente Resolución, y sus funciones, anexo 2 de la presente
Resolución.
Artículo
2°.- El coordinador zonal del Programa, técnico Roberto Lester, dependerá
operativamente de la Jefatura de dicho Programa, quien definirá y controlará
las tareas desarrolladas por el mismo.
Artículo
3°.- El señor Director de la IV Zona Sanitaria designará un bioquímico y un
técnico del Hospital Bariloche para el Laboratorio de Zoonosis, quienes
operativamente pasaran a depender de la Jefatura del Programa de Lucha contra
la Hidatidosis.
Artículo
4°.- El señor Director de la IV Zona Sanitaria supervisará las tareas
desarrolladas en su Zona Sanitaria.
Artículo
5°.- Regístrese, comuníquese, publíquese, tómese razón, dese a Boletín Oficial
y archívese.
RESOLUCIÓN N° 775
Firma: Dr. Ariel Olavegogeascochea
Interventor del Consejo Provincial de Salud
Pública