“Ernest Miller Hemingway
llegó por primera vez a La
Habana en abril de 1928, a bordo del vapor inglés Orita, que lo
llevó de La Rochelle
a Cayo Hueso en una travesía de dos semanas. Lo acompañaba su segunda esposa
Pauline Pfeiffer , con quien se había casado tan solo diez meses antes. Tenía
28 años, había sido corresponsal de prensa en Europa y chofer de ambulancias en
la primera guerra mundial y había publicado con cierto éxito su primera novela.
Pero todavía estaba lejos de ser un escritor famoso.” (del prólogo de Gabriel García
Márquez)
El autor Norberto Fuentes con los hermanos Castro
“Yo siempre tuve buena
suerte escribiendo en Cuba…Me mudé de Key West para acá en 1938 y alquilé esta
finca y la compré finalmente cuando se publicó “Por quien doblan las campanas”.
Es buen lugar para
trabajar por que está fuera de la ciudad y enclavado en una colina…Me levanto
temprano cuando sale el sol y me pongo a trabajar y cuando termino me voy a
nadar y tomo un trago y leo los periódicos
de Nueva Cork y Miami.
Después del trabajo uno
puede irse a pescar o practicar tito de pichones y por las tardes Mary y yo
leemos y oímos música y nos vamos a la cama. Algunas veces vamos a la ciudad o a un concierto. Algunas
veces vamos a una pelea o a ver una película y luego vamos al Floridita. En
invierno podemos ir al jai alai.
A Mary le gusta la
jardinería y tiene un jardín y un huerto de rosas…Perdí cinco años de mi vida
durante la guerra y ahora estoy tratando de recuperarlos. Yo no puedo trabajar
y vivir en Nueva York por que nunca aprendí a hacerlo…Pero este año cuando
salga “El viejo y el mar” tú verás
parte del resultado del trabajo de estos últimos cinco años. (parte de una carta a Earl
Wilson, en 1952)
Conoció muy profundamente todo
Cuba. La Habana
y, muy en especial Finca Vigía y el pueblo y el puerto de Cojímar, que fueron para el escritor su consolidación
como artista y su identificación con el pueblo cubano y su idiosincrasia.
Fue en la isla digna donde
llegó al punto más alto en su labor creativa.
Allí obtuvo lo mejor en su
vida como creador, el Premio Pulitzer (1953) y el Premio Nobel de Literatura
(1954).
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