En 1984 Steve McCurry sacó una fotografía que habría de convertirse en una de las más célebres de la historia. Era el rostro de una muchacha afgana en el campamento de refugiados de Nasir Bagh en Peshawar (Pakistán). Sus intensos ojos verdes dieron la vuelta al mundo en una portada de la revista National Geographic.
Diecisiete años más tarde, Steve McCurry decide regresar a la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán para tratar de averiguar qué ha sido de la muchacha, de la que no conoce ni su nombre. Es la última oportunidad de localizarla, ya que el campamento de refugiados será pronto cerrado. Para identificar con seguridad a la chica en caso de encontrarla se ha procedido a escanear el iris de sus ojos a partir de la fotografía.
Steve llega a Peshawar donde contará con la ayuda de Rahimullah, un importante periodista del país. El documental nos muestra las condiciones de vida de los refugiados afganos en Pakistán, de los que la muchacha afgana es ya un símbolo.
Steve sólo obtiene falsas pistas, conoce mujeres de sorprendente parecido con la muchacha buscada y oye rumores de que ésta falleció a los trece años al dar a luz su primer hijo. Desalentado regresa a Estados Unidos, pero deja a Rahimullah siguiendo las pesquisas.
Como no lograr dar con la muchacha afgana, el pillín de McCurry intenta repetir la jugada con otra chiquita
Rahimullah encuentra a un hombre que asegura ser el hermano de la muchacha de la foto y avisa a Boyd Matson, compañero de McCurry. Se presentan en su casa y logran obtener el permiso del marido y de sus tres hermanos para que la periodista Carrie Regan hable con ella y le haga unas fotos. Más tarde, también los hombres son autorizados a ver a la muchacha, pero ésta siempre con su rostro oculto tras el velo.
De los detalles que ella cuenta durante la conversación parece deducirse que se trata de la misma persona a la que Steve McCurry había fotografiado diecisiete años atrás. Su nombre es Sharbat Gula, pertenece a la etnia pastún, está casada y tiene tres hijas. Desconoce su edad exacta pero anda cerca de los treinta, de modo que debía de tener doce o trece cuando fue obtenida la célebre foto.
Finalmente, tanto los expertos del FBI como la identificación por el iris coinciden en el resultado: se trata de la misma persona. Inmediatamente Steve McCurry regresa a Pakistán y se produce el reencuentro con la muchacha. Dadas las excepcionales circunstancias, es autorizado para volver a fotografiarla, obteniendo nuevas imágenes que muestran el deterioro causado por el paso del tiempo en una mujer que, además de la marginación propia de su sexo, ha sufrido las penalidades de ser una refugiada.
Diecisiete años más tarde, Steve McCurry decide regresar a la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán para tratar de averiguar qué ha sido de la muchacha, de la que no conoce ni su nombre. Es la última oportunidad de localizarla, ya que el campamento de refugiados será pronto cerrado. Para identificar con seguridad a la chica en caso de encontrarla se ha procedido a escanear el iris de sus ojos a partir de la fotografía.
Steve llega a Peshawar donde contará con la ayuda de Rahimullah, un importante periodista del país. El documental nos muestra las condiciones de vida de los refugiados afganos en Pakistán, de los que la muchacha afgana es ya un símbolo.
Steve sólo obtiene falsas pistas, conoce mujeres de sorprendente parecido con la muchacha buscada y oye rumores de que ésta falleció a los trece años al dar a luz su primer hijo. Desalentado regresa a Estados Unidos, pero deja a Rahimullah siguiendo las pesquisas.
Como no lograr dar con la muchacha afgana, el pillín de McCurry intenta repetir la jugada con otra chiquita
Rahimullah encuentra a un hombre que asegura ser el hermano de la muchacha de la foto y avisa a Boyd Matson, compañero de McCurry. Se presentan en su casa y logran obtener el permiso del marido y de sus tres hermanos para que la periodista Carrie Regan hable con ella y le haga unas fotos. Más tarde, también los hombres son autorizados a ver a la muchacha, pero ésta siempre con su rostro oculto tras el velo.
De los detalles que ella cuenta durante la conversación parece deducirse que se trata de la misma persona a la que Steve McCurry había fotografiado diecisiete años atrás. Su nombre es Sharbat Gula, pertenece a la etnia pastún, está casada y tiene tres hijas. Desconoce su edad exacta pero anda cerca de los treinta, de modo que debía de tener doce o trece cuando fue obtenida la célebre foto.
Finalmente, tanto los expertos del FBI como la identificación por el iris coinciden en el resultado: se trata de la misma persona. Inmediatamente Steve McCurry regresa a Pakistán y se produce el reencuentro con la muchacha. Dadas las excepcionales circunstancias, es autorizado para volver a fotografiarla, obteniendo nuevas imágenes que muestran el deterioro causado por el paso del tiempo en una mujer que, además de la marginación propia de su sexo, ha sufrido las penalidades de ser una refugiada.
De National Geographic
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