Una epidemia de accidentes viales
La principal causa de muerte de jóvenes de entre 15 y 19 años no pasa por el sida ni el cáncer ni cualquier otra enfermedad, sino por los accidentes de tránsito. En efecto, según el director del Departamento de Prevención de Heridas y Violencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes de tránsito matan en el mundo a 1,2 millones de personas cada año y 400.000 son jóvenes menores de 25 años.
Por desgracia, la Argentina no es ajena a esta epidemia mundial, sino todo lo contrario. Según un relevamiento de la organización no gubernamental Luchemos por la Vida, el año último volvió a ser récord por este motivo -más de 8000 personas perdieron así la vida-, a pesar de que oficialmente se lo anunció como "el año de la seguridad vial".
El nuevo año no comenzó de mejor manera. Basta recordar el trágico accidente ocurrido en la madrugada de anteayer en Arrecifes, que provocó cuatro muertos y veinte heridos.
De acuerdo con recientes estadísticas del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), la tasa de mortalidad en accidentes de tránsito aumentó a 28,5 cada 100.000 habitantes, lo cual representa un aumento sustancial si se tiene en cuenta que durante 2006 el índice había sido de 26,2. La tasa de mortalidad de la Argentina es la segunda más alta de América latina, sólo superada por México (28,9) y muy lejos de Venezuela (19,3), Brasil (18,5), Uruguay (17,2) y Chile (13,1). En realidad, todos los índices que divulgó el ISEV alarman si se compara 2007 con el año anterior. El de mortalidad subió el 10 por ciento; el de cantidad de lesionados graves, el 15,3 por ciento, y el de siniestros graves, el 21,4 por ciento.
Por su parte, Luchemos por la Vida, a partir de las estadísticas oficiales, lleva un recuento de la cantidad de muertos. Si bien son cifras provisorias, no dejan de ser espeluznantes, ya que, según los cálculos de la ONG, la cifra de 8014 personas fallecidas en 2007 implica un promedio de unas 668 víctimas por mes y un promedio de 22 muertes por día. Comparado con el año anterior, hubo 547 muertes más.
El 60 por ciento de los accidentes ocurre en la provincia de Buenos Aires, con 3134 muertos; la siguen Santa Fe, con 707; Córdoba, con 598, y Mendoza, con 423.
Los accidentes de tránsito tienen distintas causas. Los expertos afirman que cerca del 90 por ciento de éstos se producen por fallas humanas del conductor y señalan la imprudencia al conducir como la causa principal; a continuación están el exceso de velocidad, la ingesta de alcohol y otras drogas, y, finalmente, las deficiencias en las calles y rutas, y las fallas mecánicas de los vehículos.
Sin embargo, el fenómeno responde también a causas más profundas: una patológica actitud suicida en los conductores; características culturales; la deficiente planificación urbana, y el escaso mantenimiento de la infraestructura vial. Entre los rasgos culturales que son causales de accidentes de tránsito están la falta de conciencia vial, el manejo descuidado y la habitual falta de respeto hacia las normas de tránsito. Para el director del ISEV, Eduardo Bertotti, "nuestras autoridades crearon nuevas normas cuando el problema es que no se cumplen ni se controlan las vigentes. Para acabar con este flagelo hace falta una verdadera voluntad política. Se debe encarar la seguridad vial como política de Estado".
Las muertes y las lesiones a consecuencia de los accidentes de tránsito son absolutamente evitables. La experiencia de otros países y la opinión de los expertos indican que el problema debe ser enfrentado con diversas medidas necesariamente integradas, producto de una formulación previa de objetivos y políticas globales en torno del tema. Así, se requieren políticas orientadas a la educación de los automovilistas y choferes en general; al aumento de las exigencias en el momento de conceder las licencias de conducir; a incrementar la cantidad de multas para los conductores y peatones que violan las señales de tránsito, y a los registros con puntaje.
Si es necesario, se podría recurrir a la experiencia de otros países que, con conductas parecidas a las nuestras, han logrado, como España, bajar sus índices de accidentes de tránsito.
Es de destacar que el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, haya decidido prorrogar la emergencia vial en su provincia por seis meses porque "aún subsisten las circunstancias fácticas" que llevaron a su antecesor, Felipe Solá, a decretarla en enero de 2007. Como se recordará, se puede disponer, entre otras medidas, el arresto de los conductores que conduzcan alcoholizados o bajo los efectos de drogas, corran picadas, crucen una barrera sin derecho de paso o crucen tres veces con luz roja.
Es de desear que 2008 sea un año en el cual los argentinos empecemos a atacar esta enfermedad colectiva de raíz. La situación requiere acciones inmediatas, pues cada día que pasa hay más víctimas y pérdidas que lamentar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario